Según el informe original, Toyota está listo para dar un gran paso hacia un futuro más verde al invertir 680 millones de euros (equivalente a $792 millones) en su planta ubicada en Kolin, República Checa. Esta inversión está destinada a la creación de una nueva línea de producción de automóviles eléctricos de batería. El anuncio marca un hito importante, ya que será la primera planta de Toyota en Europa en desarrollar vehículos completamente eléctricos.
El gobierno checo está jugando un papel crucial en esta expansión, al ofrecer un incentivo de hasta 64 millones de euros (unos $75 millones) para respaldar esta iniciativa. Este apoyo es vital para transformar la planta de Kolin, la cual se encuentra a unos 50 kilómetros al este de Praga, en un centro de producción innovador. Esta colaboración entre el sector público y privado subraya el compromiso conjunto con la transición hacia una movilidad más sostenible.
Con esta nueva línea de producción, se anticipa la creación de 245 empleos adicionales en la planta de Kolin, tal como lo ha afirmado el Primer Ministro Petr Fiala. Actualmente, la planta cuenta con una plantilla de 3,200 trabajadores, lo que hace de esta expansión un impulso económico significativo para la región. La estrategia de Toyota no solo busca la innovación tecnológica, sino también estimular el desarrollo económico local mediante la creación de nuevos puestos de trabajo.
Hasta el momento, la planta de Kolin ha estado produciendo modelos como el Aygo X y el Yaris Hybrid. El año pasado, esta planta alcanzó la cifra de más de 225,000 automóviles fabricados. Con la adición de los automóviles eléctricos de batería, la planta diversificará su producción y se alinea con las tendencias globales hacia la electrificación de los medios de transporte. Esta transición no solo refuerza la posición de Toyota como líder en innovación, sino que también establece una referencia para futuras operaciones en Europa.
A medida que Toyota avanza en esta dirección, no solo reafirma su compromiso con la tecnología eléctrica, sino que también impulsa a Europa hacia una movilidad más limpia. Sin embargo, la empresa aún no ha revelado detalles sobre el inicio de la producción o el modelo específico que fabricarán. Con estos desarrollos, Toyota fortalece su posición en el mercado global, reflejando una sólida respuesta a las demandas medioambientales del siglo XXI en el sector automotriz.