El gobierno federal ha intensificó sus operativos para desmantelar campamentos de personas sin hogar en Washington DC, una medida que ha generado incertidumbre y temor en la población más vulnerable. A pesar de los intentos por "embellecer" la ciudad, el problema persiste. Un número significativo de personas y tiendas de campaña permanecen en las calles de la capital, lo que demuestra que la presión federal ha logrado un desplazamiento, pero no una solución.
Cifras clave del censo
Un reciente censo de la ciudad arrojó luz sobre el panorama actual, revelando que 764 personas viven sin hogar en las calles de DC. Aunque la cifra representa una ligera disminución respecto a las 798 personas estimadas antes de los operativos, los detalles son reveladores:
- El número de personas en tiendas de campaña se redujo considerablemente, de 128 a 81.
- Las tiendas de campaña en la ciudad cayeron de 107 a 54.
- 80 personas aceptaron servicios de refugio desde el inicio de las redadas.
Este conteo de una sola noche, según la directora interina del Departamento de Servicios Humanos, Rachel Pierre, busca obtener una "instantánea" de la situación para planificar la respuesta ante la inminente llegada del clima frío.
La estrategia federal y sus consecuencias
Bajo la supervisión federal, equipos de varias agencias han desmantelado 50 campamentos en zonas estratégicas como Washington Circle y el Kennedy Center. Axios informó que a las personas sin hogar se les ofrece la opción de ir a un refugio o recibir servicios de salud mental y adicción, pero de negarse, enfrentan la posibilidad de multas o penas de cárcel. La portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson, afirma que el objetivo es "hacer a DC seguro para todos".
Sin embargo, un funcionario de la policía de DC aclaró que la fuerza policial no removerá de los espacios públicos a las personas sin hogar que no vivan en campamentos, una distinción que apunta a un enfoque táctico sobre las estructuras, más que sobre las personas.
Desplazamiento, no solución
A diferencia de las expectativas, los condados cercanos como Alexandria y Arlington no han visto un aumento notable de personas sin hogar. En lugar de abandonar la ciudad o buscar refugio, muchos simplemente se han reubicado en lugares más apartados para evadir la presión federal.
WTOP destacó que esta tendencia se superpone con un dato clave: la falta de vivienda en DC ya estaba en declive antes de la intensificación de los operativos. En el último año, la población total sin hogar disminuyó un 9%. Ahora, los funcionarios anticipan un aumento en la búsqueda de refugios con la llegada del invierno y planean expandir los programas de ayuda.
En definitiva, la ofensiva federal ha logrado una reducción de las tiendas de campaña visibles, pero no ha erradicado el problema de fondo. El verdadero reto para DC llegará con el invierno, cuando la demanda de refugios y servicios se dispare, poniendo a prueba la capacidad de la ciudad para ofrecer soluciones reales y sostenibles.