El tiempo corre. El Congreso de Estados Unidos tiene pocas semanas para evitar un posible cierre del gobierno antes de la fecha límite del 30 de septiembre. Sin embargo, líderes de ambos partidos aún no llegan a un acuerdo sobre un proyecto de ley de gasto provisional que permita continuar el trabajo de los empleados federales. La falta de tiempo para aprobar los 12 proyectos de ley de apropiación obliga a la mayoría de los legisladores a considerar una resolución continua.
Preparación para el juego de culpa
Los líderes de los partidos preparan el terreno político para asignar culpas, en caso de no llegar a un acuerdo antes del plazo. El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, argumenta que evitar el cierre depende del trabajo bipartidista. Aseguró que si los republicanos actúan por su cuenta, llevarán al país directamente a un cierre del gobierno, un "cierre causado por los republicanos". Por su parte, el líder de la mayoría del Senado, John Thune, advirtió a los demócratas sobre demandas poco razonables, y pidió trabajar en conjunto para financiar al gobierno.
El dilema entre facciones
La batalla en el Capitolio no es solo entre republicanos y demócratas. Dentro del Partido Republicano, los halcones fiscales, junto con la Casa Blanca, buscan mantener los niveles de financiación actuales para las agencias federales, idealmente hasta enero o más. En el lado opuesto, los demócratas y algunos republicanos importantes quieren posponer el debate solo hasta noviembre. Buscan dar más tiempo a los negociadores para llegar a un acuerdo bipartidista sobre nuevos presupuestos. Politico señaló que la decisión final depende de la disposición del presidente de la Cámara, Mike Johnson, a aprobar un paquete de financiación con el apoyo del presidente Donald Trump, sin la participación demócrata, como lo hizo en el pasado.
¿Qué sucede si hay un cierre?
Si los legisladores no cumplen el plazo, un cierre parcial del gobierno comenzará el 1 de octubre. Esto no detendría las operaciones de las fuerzas del orden federal. Los empleados federales no esenciales serían suspendidos, lo que significa que no trabajarán ni recibirán sueldo durante el cierre. Sin embargo, una ley de 2019 garantiza que los empleados federales recibirán el pago retroactivo por salarios perdidos durante el cierre.
WTOP explicó que en la mayoría de los casos, los cierres de gobierno duran solo unos días. Sin embargo, durante el primer mandato de Trump, un cierre parcial duró casi 35 días, el más largo en la historia del país.
Divisiones que dificultan un acuerdo
La probabilidad de un cierre del gobierno es de "50-50, quizás más alta", según el senador republicano John Kennedy. A pesar de las conversaciones bipartidistas que ocurren a puertas cerradas entre Johnson y el líder de la minoría de la Cámara, Hakeem Jeffries, las divisiones internas persisten. Algunos conservadores republicanos ven un proyecto de ley de financiación de un año como una forma de mantener los niveles de gasto establecidos durante la administración del expresidente Joe Biden. Además, a los halcones de la defensa les preocupa que esto afecte al presupuesto militar.
El presidente del Comité de Apropiaciones de la Cámara, Tom Cole, instó a sus colegas a negociar un acuerdo bipartidista en lugar de depender de una resolución continua. Cole expresó que la única forma de proteger el poder de la Cámara de controlar los fondos es logrando un acuerdo pronto.
El posible cierre de gobierno se ha convertido en un escenario recurrente, un patrón que se repite año tras año con distintos protagonistas. Más que una falla en el sistema, es una herramienta de negociación y, en última instancia, un arma política. La intransigencia y la lucha por la narrativa, visibles en las declaraciones de líderes como Schumer y Thune, solo profundizan el estancamiento.