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Más que palabras, más que Idiomas: la educación que mantiene viva la hispanidad

Washington, DC es líder en educación bilingüe desde 1971, con 24 escuelas públicas que ofrecen programas de inmersión dual. La educación bilingüe es un acto de preservación cultural y justicia social, y una ventaja profesional que conecta a las personas con sus raíces.

Foto: Leeloo The First/Pexels.

El Mes de la Herencia Hispana es una oportunidad para celebrar quiénes somos: la vitalidad de nuestra cultura, el ritmo de nuestra música y la riqueza de nuestro idioma. En Washington, DC, este legado se fortalece en las aulas. Las escuelas bilingües y los programas universitarios se convierten en custodios de nuestra identidad, asegurando que nuestra historia y nuestra lengua prosperen en las próximas generaciones.

DC: líder en educación bilingüe desde 1971

La capital es pionera en la enseñanza bilingüe desde hace más de 50 años. El modelo de inmersión dual de Oyster-Adams Bilingual School, por ejemplo, tiene sus raíces en un programa experimental de 1971. Este esfuerzo inicial, diseñado para hispanohablantes de barrios como Adams Morgan, sentó las bases para el éxito actual. Un informe de 2019 de la Century Foundation confirma que los programas de inmersión dual en DC atendían al 30% de los estudiantes que aprenden inglés, un porcentaje más alto que en cualquier otro estado de EEUU.

La demanda de estos programas es muy alta hoy en día. Con 24 escuelas públicas que ofrecen programas de inmersión dual, la competencia por un cupo es feroz. La lista de espera promedio para el pre-kindergarten (PK3) es de 126 estudiantes, lo que demuestra el gran interés de las familias en la educación bilingüe.

Demanda, equidad y el futuro

A pesar de la alta demanda, la distribución de estas escuelas no es equitativa. Solo tres de los 24 programas de inmersión dual se encuentran en el Ward 7 y ninguno en el Ward 8, a pesar de que el 42% de los estudiantes de la ciudad vive al este del río Anacostia. Jennifer Comey, directora de planificación del Office of the Deputy Mayor for Education, reconoce este reto:

"Familias en DC han mostrado un fuerte interés en el acceso a lenguas extranjeras, y nuestras escuelas han respondido bien. Aún así, sabemos que esta riqueza de oportunidades no se comparte de manera equitativa".

Más allá del aula: la herencia en la educación superior

Nuestra herencia no solo se nutre en la educación primaria, sino que continúa en las universidades de DC. Los programas de estudios latinos y diplomáticos son espacios esenciales que exploran la historia, la literatura y las luchas de nuestra gente. Fomentan una comprensión crítica de nuestra identidad y forman líderes que valoran el multilingüismo y la diversidad.

El Departamento de Educación de EEUU ha reconocido la importancia del bilingüismo con la iniciativa “Raise the Bar”, que busca cerrar la brecha entre la demanda de habilidades bilingües en el mercado laboral y la oferta educativa. La Dra. Stephanie Griffith-Richardson, miembro de la junta de Parents Amplifying Voices in Education, subraya que expandir estos programas es clave para preparar a los estudiantes para la economía global. Ella afirma que:

“Un entendimiento más profundo de los valores y tradiciones de otros fomenta conexiones más estrechas y muestra que el verdadero entendimiento reduce el juicio".

En DC, aprender otro idioma es mucho más que un ejercicio académico. Significa abrazar la historia, valorar la diversidad y preparar a los estudiantes para un futuro profesional y académico sin perder de vista sus raíces. La educación bilingüe es, en esencia, un acto de preservación cultural y de justicia social.

El bilingüismo es una ventaja incuestionable: mejora la capacidad cognitiva, abre puertas en el mundo laboral y nos conecta con nuestra herencia de una forma más profunda. Nos impulsa hacia un futuro sin fronteras, donde nuestra lengua es un puente que une comunidades y nos proyecta al mundo. Proteger y expandir la educación bilingüe no es solo una cuestión de equidad. Es un acto de afirmación cultural, un recordatorio vivo de que nuestra lengua y nuestra herencia son un regalo inestimable para la nación.