Diferentes universidades históricamente afroamericanas (HBCU) en Virginia cerraron sus campus el jueves tras recibir amenazas. Virginia State University y Hampton University, dos de estas instituciones, optaron por suspender sus actividades académicas, incluyendo clases y eventos deportivos, hasta nuevo aviso. La situación generó preocupación en la comunidad estudiantil y en las autoridades, que intensificaron las medidas de seguridad.
Un contexto de creciente preocupación por la seguridad
Las amenazas contra las HBCU de Virginia se produjeron en un momento de gran tensión. La reciente muerte de Charlie Kirk, un activista conservadoren la Universidad de Utah Valley intensificó la preocupación por la seguridad en los campus universitarios de todo el país. La situación llevó a muchas instituciones a tomar precauciones adicionales y a actuar con la máxima cautela, incluso ante amenazas no verificadas.
Llamadas de amenaza y su impacto
WTOP informó que las amenazas llegaron a través de llamadas que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) calificó de "llamadas de amenaza falsas". Sin embargo, las autoridades se tomaron estos incidentes muy en serio, reforzando la seguridad y emitiendo órdenes de confinamiento en algunas instituciones. Aunque no se reportaron heridos, los incidentes provocaron la cancelación de clases y la suspensión de actividades no esenciales, mostrando el impacto que estas amenazas tienen en la vida diaria de los campus.
Antecedentes de amenazas en Virginia
En los últimos años, las HBCU de Virginia, como VSU y Hampton, han enfrentado múltiples amenazas. En una ocasión, la Universidad de Hampton cerró su campus por una amenaza de bomba. En otro incidente, Virginia State University se vio forzada a un cierre tras un tiroteo en el que resultaron heridas cuatro personas.
Medidas de precaución en todo el país
Las amenazas no se limitaron a Virginia. Instituciones como Southern University en Louisiana y Alabama State University también recibieron amenazas y tomaron medidas similares, como confinamientos y la suspensión de clases. Otras universidades, aunque no recibieron amenazas directas, reforzaron su seguridad.
El Representante estadounidense Troy Carter, un demócrata de Louisiana, calificó las amenazas como "ataques reprobables" y afirmó que una amenaza contra una HBCU "es una amenaza contra todos nosotros". Además, instó a una "acción rápida y decisiva" para contrarrestar estos incidentes.
El fenómeno del swatting
Expertos en seguridad, como Don Beeler, director ejecutivo de TDR Technology Solutions, explican que incidentes como estos, conocidos como swatting, aumentan después de eventos violentos, lo que genera una reacción más fuerte de las escuelas. Beeler señala que cualquier incidente en los días siguientes a un evento violento suele recibir una "sobrerreacción".
Más allá de los cierres y las interrupciones, estas amenazas dejan una huella profunda en estudiantes y personal. La constante incertidumbre y el miedo a la violencia real crean un ambiente de ansiedad que obstaculiza la vida académica y comunitaria. Aunque las autoridades han calificado las amenazas como falsas, el temor que generan es muy real. Este patrón de amenazas no solo pone en peligro la seguridad física de los campus, sino que también afecta el bienestar psicológico de toda una comunidad.