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How I meet your censorship

Foto: EFE

Reconfiguración del mapa mediático + creciente concentración + presiones regulatorias. Ya sabes todo lo que puede salir de esa sumatoria. El despido “indefinido” de Jimmy Kimmel en ABC tras comentarios sobre el asesinato de Charlie Kirk marcó un nuevo límite en la tendencia de los medios de comunicación en EEUU: la FCC lanzando advertencias de sanciones si la cadena no “actuaba en interés público”.

Trump celebró la decisión, como antes festejó la cancelación de Stephen Colbert en CBS, y ahora apunta su dedo a NBC, Seth Meyers, Jimmy Fallon y todo aquel que lo critique. Como diría Ted Mosby: "And that, kids, is how I met your censorship".

ENTRANDO POR EL ARO

Bueno, compras, y reguladores como árbitros decisivos. Elon Musk ya convirtió Twitter en altavoz MAGA, pero Larry Ellison y su hijo David van más lejos. Oracle encabeza el consorcio que busca controlar TikTok en EEUU, sujeto al visto bueno estatal y a la ley que obliga a desinvertir antes de diciembre de 2025.

Al mismo tiempo, Skydance tomó Paramount y CBS News, donde instaló un ombudsman conservador, y ya afina el lápiz para una oferta por Warner Bros. Discovery, dueña de CNN. Estos movimientos no los convierten en “medios de Trump”, pero sí construye, lego a lego, la unión entre decisiones claves con intereses corporativos y la vulnerabilidad por presiones oficiales.

PRESIONES DE SHOPPING

Mientras el hámster corporativo sigue corriendo en su rueda, se van multiplicando los gestos de autocensura y alineamiento editorial. Mark Zuckerberg eliminó la verificación de datos en Meta; y Jeff Bezos redefinió la línea de The Washington Post para promover libertades individuales y mercados libres, por poner unos ejemplos recientes.

En paralelo, Trump demandó a The New York Times por $15,000 millones, presiona a NBC y ABC, y aplaudió el recorte a PBS y NPR que forzó el cierre de la Corporation for Public Broadcasting. Al final, la batalla de la industria no solo es por la supervivencia económica, sino también política. Y ahí, los shareholders tienen mucho que decir... y perder.

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