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Latinos en NY luchan por proteger sus barrios de las amenazas del clima

Desde el Bronx hasta Rockaway, líderes comunitarios impulsan soluciones naturales

Cuando hablamos de Nueva York, solemos imaginar una ciudad imponente, caótica, plagada de trenes llenos y avenidas abarrotadas. Pero debajo de ese ritmo vertiginoso, la Gran Manzana es también un archipiélago rodeado de agua, donde los ríos, el mar y los humedales han sido históricamente una conexión con la naturaleza. Y cada vez más, una amenaza.

El nivel del mar en la zona ya subió más de 23 cm en el último siglo, y se espera que aumente otros 30 cm para mediados de siglo. Las tormentas recientes, como el huracán Sandy o la tormenta Ida, dejaron en claro que las comunidades más expuestas, como Red Hook, el sur del Bronx o el Lower East Side, también son las más vulnerables.

Frente a este riesgo, los escudos más efectivos no son de cemento, sino naturales: humedales, dunas, costas vivas y ríos restaurados. Y en muchos de estos proyectos, son las comunidades latinas quienes están liderando la defensa climática de la ciudad.

Rio Bronx.

Restaurar el río como un derecho comunitario

Siddharta Sánchez, Director Ejecutivo de la Bronx River Alliance, es una de las figuras más comprometidas con la restauración del único río de agua dulce de la ciudad. “Este río es lo que la gente necesita”, nos dijo con firmeza, mientras recorríamos la ribera del Bronx. Para Siddharta, un río limpio no solo es una meta ecológica, sino una cuestión de justicia social: el acceso al agua como espacio de recreación y salud es vital para una comunidad golpeada por altos índices de asma, obesidad y pobreza.

Durante décadas, el Bronx fue marginado de las políticas ambientales y el río se convirtió en un vertedero. Hoy, gracias al trabajo de la Bronx River Alliance, el río vuelve a ser un recurso vivo. En 2024, la organización recibió más de un millón de dólares gracias a la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), un impulso clave para restaurar los humedales y mitigar inundaciones.

Pero la llegada de la nueva administración federal ha puesto en riesgo estos avances. "Hemos perdido ese apoyo federal que era crucial para los próximos tres años del río", advirtió Siddharta.

Protección costera con soluciones naturales

En Rockaway, Queens, donde la Supertormenta Sandy destruyó el malecón y dejó a los residentes sin electricidad por semanas, la mexicana María Luján encontró una nueva forma de activismo: la protección costera basada en la naturaleza. Mientras cursa una maestría en Columbia University, María se ha involucrado con iniciativas que construyen dunas vegetadas para frenar el avance del mar.

"Todo lo que hago en la ciudad afecta al mar, y todo lo que hago en el mar afecta a la ciudad", nos dijo. Las dunas, compuestas por plantas que arraigan la arena y crean barreras naturales, ya están mostrando resultados visibles. Según nos explicó, no solo previenen la erosión costera, también actúan como filtro ecológico y hábitat para especies. A través de su organización Just Tides, María busca mejorar la salud del océano en comunidades marginadas y contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

Comunidades del Bronx.

El futuro será comunitario, o no será

Desde Brooklyn, la abogada puertorriqueña Elizabeth Yeampierre dirige UpRose, la organización latina más antigua en temas de justicia ambiental en la ciudad. La organización propone soluciones concretas: proyectos solares comunitarios, empleos verdes, agricultura urbana. UpRose desarrolló el primer parque solar comunitario de Nueva York y tenía en marcha un proyecto para abastecer con energía renovable a mil familias. Pero los fondos federales, 50 millones de dólares adjudicados en 2023, fueron cancelados por la administración Trump.

Cuando la política frena el progreso climático local

A pesar de los esfuerzos comunitarios y de las oportunidades únicas que ofrecen leyes como la IRA o la Ley de Infraestructura, la actual administración federal ha frenado o revertido numerosos fondos dirigidos a resiliencia climática. En enero de 2025, Nueva York había recibido 31 mil millones de dólares en financiamiento climático, pero ese caudal se ha reducido drásticamente.

Mientras se recortan fondos desde arriba, en el terreno las soluciones ya están en marcha. Los proyectos de Siddharta, María y Elizabeth son prueba de que las respuestas al cambio climático ya existen: están vivas, funcionan y tienen rostro humano. Lo que falta no es imaginación, sino voluntad política.

Frente a los obstáculos, las comunidades latinas siguen sembrando futuro con compromiso, creatividad y una visión que trasciende generaciones. Para conocer estas historias de resistencia y acción, no te pierdas el séptimo episodio de Tierra Mía, un documental producido por Tiempo Company, Espacio y presentado por Climate Power y Poder Latinx. 

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