Una coalición de líderes de Maryland lanzó una campaña para detener la propuesta de cierre del Beltsville Agricultural Research Center (BARC), una institución de 115 años de antigüedad. La medida no solo afectaría a las operaciones, sino que también trasladaría al personal a otros estados.
El lunes, legisladores como los senadores estadounidenses Chris Van Hollen y Angela Alsobrooks, junto con los representantes Steny Hoyer, Jamie Raskin y Glenn Ivey, y la ejecutiva del condado de Prince George, Aisha Braveboy, se reunieron para destacar la importancia de la instalación y por qué debe permanecer en Maryland.
Un legado de innovación en riesgo
BARC, que abarca 6,500 acres, ha sido un pilar de la innovación agrícola en Maryland durante más de un siglo. Es el hogar del Centro George Washington Carver, sede del Servicio de Investigación Agrícola del USDA, y también alberga iniciativas de investigación de la Universidad de Maryland, incluyendo un centro de investigación de césped de primer nivel. WTOP informó que el centro emplea a más de 1,000 trabajadores federales y es fundamental para apoyar cientos de empleos en la comunidad. Durante su visita, el senador Van Hollen destacó la naturaleza especial de BARC, mientras que el representante Ivey enfatizó la inversión de miles de millones de dólares de los contribuyentes que se ha realizado en el sitio.
Un movimiento costoso y sin sentido
Los legisladores han señalado que el plan de reestructuración, propuesto en julio por la secretaria de Agricultura de EEUU, Brooke Rollins, para reubicar a los empleados del Departamento de Agricultura, es una decisión costosa y miope. La propuesta de Rollins citaba los altos costos de vivienda en el área de DC, pero también reconocía que hasta la mitad del personal afectado podría optar por dejar la agencia en lugar de mudarse.
El representante Ivey argumentó que mover la instalación sería un "despilfarro" de dinero y resultaría en la pérdida de "capital humano", ya que los empleados se irían en lugar de trasladarse. También añadió que la administración de Trump, que propuso la reorganización del USDA, no parecía haber "pensado bien" en el plan. Ivey expresó que la decisión de cerrar el centro socavaría décadas de investigación financiada por los contribuyentes y que se necesitaría un acto del Congreso para vender la propiedad si se llegara a cerrar.
La ejecutiva Braveboy agregó que la investigación realizada en BARC es invaluable debido a la diversidad climática de Maryland, lo que hace que la reubicación del suelo y las décadas de estudio sean imposibles de replicar.
El impacto económico en Maryland
La lucha por salvar a BARC también se enmarca en un contexto más amplio de reducción de la fuerza laboral federal en Maryland. El estado ha sido el más afectado a nivel nacional por los recortes de empleos federales, perdiendo alrededor de 15,000 puestos de trabajo desde enero. El cierre de BARC, junto con otros recortes, contribuiría al aumento de la tasa de desempleo y generaría una gran incertidumbre para los empleados federales.
El representante Hoyer prometió "luchar contra esto por el pueblo estadounidense", mientras que la senadora Alsobrooks expresó que la pérdida de BARC afectaría la reputación global del país y la estabilidad económica de la región. En resumen, la coalición de líderes está unida para declarar que "absolutamente no podemos permitirnos el lujo de cerrarlo".