El vínculo entre ICE y Palantir dejó de ser un rumor de pasillo: documentos internos de la agencia –revisados por The Guardian– muestran cómo la agencia migratoria usó por años la tecnología de la firma de Peter Thiel (el gran donante e inversor tecnológico de derecha) para rastrear personas con una precisión tan exacta como la de Google Maps.
Desde historiales de viajes hasta datos fiscales, todo entra al gran super network que Palantir diseñó para el gobierno. Pero, aquí lo que más preocupa no es solo la cantidad de información, sino lo normalizado que está que agentes usen estas herramientas en operaciones diarias. Y ahora, con un contrato fresco de $30 millones, ICE está a punto de estrenar un nuevo sistema llamado ImmigrationOS. Spoiler: no es precisamente una actualización que arregla bugs.
LA ESPINA DORSAL DE ICE
Los documentos revelan que los sistemas de Palantir —como Falcon e Investigative Case Management— eran pieza clave en las operaciones de ICE. Estas plataformas permitían a los agentes cruzar datos de bases federales y privadas: desde licencias de conducir hasta registros de viajes. En la práctica, se volvió imposible separar la rutina de ICE de los productos de Palantir, lo que refuerza críticas sobre cómo la empresa se convirtió en el backbone del aparato de deportaciones.
- Un all access pass a millones de datos. El material muestra que ICE podía buscar entre más de 4.9 millones de expedientes de estudiantes internacionales, revisar celulares confiscados con software de terceros e incluso rastrear movimientos usando registros de aerolíneas. Todo esto mientras agentes eran animados a subir y compartir más información con otros equipos y agencias.
- De contrato en contrato, hacia más control. Palantir no solo mantuvo su influencia bajo demócratas y republicanos, sino que amplió su rol. Su nuevo proyecto, ImmigrationOS, busca centralizar y agilizar deportaciones, extendiéndose más allá de investigaciones del Homeland Security Investigations. Expertos advierten que, con la administración invirtiendo más en ICE y con acceso creciente a otras bases federales, la maquinaria de vigilancia podría expandirse más allá de la inmigración: desde activistas políticos hasta grupos que el gobierno decida ponerle el ojo.
- Tecnología en el campo, no solo en oficinas. Los agentes usaron Falcon durante operativos en eventos de alto perfil, como el Super Bowl de 2019 en Atlanta, para coordinar entrevistas, rastrear objetivos y reportar en tiempo real. Palantir incluso envió personal para entrenar agentes sobre el terreno. Esto demuestra cómo la empresa no solo proveía software, sino que también embedded a sus ingenieros como consultores, asegurándose de que sus herramientas fueran indispensables en operaciones en vivo.
VENDER Y UPSELLEAR
Exempleados relatan que Palantir incentivaba a su staff a encontrar nuevas aplicaciones de sus productos para ICE. Cada nueva función representaba más dependencia de la agencia hacia la empresa y, claro, más contratos millonarios. La lógica era simple: cuanto más entrelazado con las operaciones de ICE, más difícil sería sacarlos de la ecuación. Y con ImmigrationOS en camino, ese círculo parece cerrarse aún más.
Los documentos confirman lo que por años fue sospecha: Palantir no es un actor pasivo en la maquinaria de deportaciones, sino un socio estratégico incrustado en cada capa del trabajo de ICE. El acceso a bases de datos masivas y la capacidad de cruzar información en segundos convierten sus plataformas en una herramienta poderosa, pero también peligrosa.
Con un nuevo contrato que expande su alcance, el riesgo ya no se limita a la comunidad inmigrante, sino a cualquier grupo que el gobierno decida vigilar. Lo que empezó como tecnología para la seguridad se perfila como un ecosistema de control. Y en esa ecuación, Palantir no solo gana influencia, también gana millones.