En Oklahoma, el superintendente estatal Ryan Walters acaba de anunciar que cada high school deberá tener un capítulo de Turning Point USA. Lo presentó como un plan para defender los valores estadounidenses y resistir la indoctrinación woke de los estudiantes. Pero la idea de convertir a las escuelas públicas en centros obligatorios de reclutamiento político no es menor: Turning Point es una organización conservadora con un historial claro de activismo partidista, no un club neutral de civismo.
BREAKING: Oklahoma State Superintendent @RyanWalters_ just announced that every single high school in the state will now be required to have a Turning Point USA chapter.
— Ed Krassenstein (@EdKrassen) September 23, 2025
Ask yourself: how would the right react if a Democratic superintendent forced every school to host a Black… pic.twitter.com/SzVn1ob9rv
Walters y su gran proyecto, ¿de adoctrinamiento? Pues, sus palabras asoman algo. “Queremos ser el primer estado en tener un capítulo de Turning Point en cada escuela. Si un distrito se niega, habrá consecuencias”. ¿Ultimátum? Parece. La libre expresión y el compromiso cívico no suelen ir acompañados de amenazas regulatorias.
La línea entre fomentar la participación y usar recursos públicos para imponerla se vuelve difusa. Lo que se dice es que se trata de “enseñar libre expresión y valores americanos”. Lo que no se dice es que Walters ya advirtió que habrá consecuencias para los distritos escolares que se nieguen: desde sanciones hasta perder la acreditación. Esto no suena como libre elección, sino como un mandato estatal para insertar a una organización política específica en cada escuela.
Nada obligado es bueno y si de política se trata, menos. El pluralismo se defiende con opciones, no con imposiciones.
En el fondo, el plan es menos sobre Charlie Kirk y más sobre el precedente que se crea. Cuando la política invade las aulas bajo el argumento de “proteger valores”, lo primero que se pierde es el espacio común de aprendizaje. Esa es la reflexión incómoda que queda: si decimos defender la libertad y la democracia, ¿por qué empezar a restringirlas en las escuelas?