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El ocaso del nepo homebuyer

Foto: Sara Shute/Unplash

El nepo homebuyer —ese comprador primerizo que llega al closing con la chequera de papá o cualquier familiar— está en peligro de extinción. Irónico, ¿no? En teoría, este mercado debería estar lleno de familias salvadoras, pero no: la ayuda familiar para comprar una casa en Estados Unidos está cayendo justo cuando más falta haría.

Lo que se desinfla no es solo el apoyo, sino la idea de que cualquiera puede subirse al tren de la propiedad antes de los 40. El comprador primerizo de hoy es mayor, con ingresos más altos y menos ganas (o menos cara) de pedir ayuda.

¿ESTÁ MURIENDO EL AMERICAN DREAM?

Un reporte de Investopedia puso números al mito: vivir el sueño americano cuesta más de 5 millones de dólares. Y casi 1 millón de dólares solo para tener casa propia. Aunque el 85% de los encuestados sigue soñando con ser homeowner, la realidad es que los costos se dispararon muy por encima de los ingresos.

Comprar casa, ese pilar fundamental del American Dream, se está volviendo un club –muy exclusivo– para quienes ya tienen ingresos altos o acceso a capital propio.

  • Durante décadas, cerca del 30% de los compradores primerizos en Estados Unidos recibían un empujón económico de la familia o amigos, ya fuera para el down payment o para mejorar la oferta. En 2024, esa cifra cayó a apenas un 25% y en el total de compradores bajó a 10%. Esto ocurre justo cuando la vivienda es más cara y menos accesible: el precio mediano supera los $440,000 y las tasas hipotecarias rondan el 6.4%. En teoría, más necesidad debería traer más ayuda, pero los datos muestran lo contrario.
  • El comprador primerizo de hoy no es ese veinteañero ansioso por su primera hipoteca, es alguien de 38 años con un ingreso medio de $97,000 al año, mucho más que hace solo dos años. Cada año que retrasan la compra se hacen menos propensos a pedir ayuda familiar y más capaces de pagar por sí mismos. Eso deja fuera a quienes no tienen ni la edad, ni los ingresos, ni la red de apoyo, y refuerza una economía inmobiliaria de haves y have-nots.
  • Todo esto ocurre mientras el mercado se vuelve más competitivo y menos inclusivo: menos construcción, menos inventario y más compradores con poder adquisitivo propio. Aunque el nepo buyer se reduzca, no significa que el mercado sea más justo, solo significa que los que logran entrar son los que ya tenían cómo hacerlo. Los demás esperan una bajada de tasas o precios que nunca llega.
CRÓNICAS DE UN DECLIVE ANUNCIADO 

El declive del nepo homebuyer no significa que el mercado se volvió más equitativo, significa que los que logran comprar hoy son los que pueden hacerlo sin ayuda.

El resto queda esperando que bajen tasas o precios que, simplemente, no bajan. Aplazar la compra retrasa la construcción de patrimonio, alimentando la brecha entre quienes pueden acumular y quienes siguen rentando. Crónicas de una muerte anunciada. El mercado inmobiliario sigue siendo el sector que dispara la inflación y que, prácticamente, no se ha podido recuperar. 

El sueño americano, con su etiqueta de $5 millones, no se está extinguiendo, solo se está privatizando para los que ya están dentro. Y mientras tanto, el mito de que “todo es posible con esfuerzo” queda cada vez más caro de financiar.

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