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Esos otros indicadores

Photo by Firmbee.com / Unsplash

Google Trends suele ser ese termómetro que nadie pidió, pero siempre está ahí. Aquí se habla de todo, incluidos los recession indicators. Cuando miles de usuarios de la Gen Z miden la “salud” de la economía a través de señales tan curiosas como la longitud de los dobladillos, las ventas de ropa interior masculina, el “Lipstick Index” o la fiebre por los esqueletos gigantes de Home Depot, conviene aunque sea preguntarse qué tiene que ver un bóxer con una cuenta bancaria. Aunque suene a juego, el fenómeno refleja cómo una generación intenta leer la incertidumbre económica con sus propias métricas. A su manera.

¿DE VERDAD ANTICIPAN UNA RECESIÓN?

Los llamados fun indicators han existido por décadas, pero hoy resurgen con fuerza en redes. Economistas como Diane Swonk recuerdan que estos patrones son anecdóticos y no sustituyen datos oficiales, aunque sí pueden capturar cambios de humor del consumidor antes que los índices tradicionales. La viralización en TikTok convierte esas métricas en termómetro cultural: lo que se comparte masivamente no es tanto un dato, sino una percepción colectiva de incertidumbre. 1% de realidad, 99% de preocupación.

ANSIEDAD ECONÓMICA EN CLAVE VIRAL

La obsesión por encontrar señales ocultas responde a un contexto real: inflación persistente, trabajos precarios y vivienda inaccesible para la Gen Z. Frente a ese escenario, los indicadores de TikTok funcionan como un espejo generacional: ansiedad transformada en contenido. Para algunos analistas, más que predecir la economía, estas métricas predicen estados de ánimo. Y ahí reside su poder: revelar en tiempo real cómo se sienten millones ante un futuro que no termina de estabilizarse.

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