ir al contenido

Bad Bunny, Big Stage, Big Statement

Foto: EFE

Quizás nunca pensaste leer en política una noticia de Bad Bunny o quizás sí… Tatatatan. Mi gente latino.

¿Por qué estamos hablando del conejo malo? Por su maravillosa (y subversiva) noticia de que será el encargado del halftime show del Super Bowl. Su anuncio llega solo un par de días después del final de su poderoso tour “No me quiero ir de aquí” y sus polémicas (y no tanto) declaraciones de por qué no ofreció ningún concierto en Estados Unidos. Spoiler: por ICE.

Y aquí entramos nosotros: el anuncio de Bad Bunny como protagonista del halftime show no es solo un tema de entretenimiento. El artista puertorriqueño ha usado su plataforma para señalar las políticas migratorias de Estados Unidos, denunciar a ICE y recordar la falta de respuesta federal tras el huracán María. Y no, no es un simple show, es un mensaje que se lee entre letras: no soy un simple artista, soy un fenómeno cultural que mueve masas latinas y voy a estar en el evento que más dinero mueve a nivel televisivo. 

Ya hay reacciones. La base MAGA conservadora dice que es una Bad Bunny Choice, y empiezan los videos virales en TikTok sobre la cancelación de Bad Bunny. Nada nuevo. Parece que cuando algo no gusta (de un lado) se cancela. 

El debate tampoco es nuevo. La NFL ya vivió controversias con Colin Kaepernick, Beyoncé, Shakira, o Kendrick Lamar. Pero ahora, con Bad Bunny, la tensión es doble: por un lado, un ícono pop que vende estadios en cualquier idioma y que convirtió a Puerto Rico en el epicentro de su música como un statement de soberanía cultural. Por otro, un ciudadano de un territorio estadounidense que sigue sin representación plena en Washington.

Lo político no es un detalle: está en la elección misma del artista y la NFL no puede decir que no lo sabía. lo que hace es arriesgarse, con toda intención, a que su evento deportivo sea leído también como un manifiesto político.

Entonces, ¿qué veremos en febrero? ¿Un show pensado para bailar y olvidar la política por 15 minutos, o un escenario usado para recordarnos que la música también incomoda al poder? Tal vez ambas. Porque si algo demostró Bad Bunny es que puede cantar sobre amor y perreo, y al mismo tiempo recordarle a Washington que sus políticas migratorias no suenan tan bien con música de fondo. 

Últimas Noticias