ir al contenido

Menos crímenes, más casos resueltos: el verdadero impacto de la emergencia federal

La intervención federal permitió a los detectives cerrar 11 casos de homicidio en septiembre, pero activistas señalan que muchos crímenes, especialmente contra mujeres trans, siguen sin resolverse.

Foto: EFE/EPA/GRAEME SLOAN / POOL

El crimen en Washington DC ha sido un tema recurrente en el discurso político, y recientemente, Donald Trump hizo declaraciones contundentes sobre el impacto de la intervención federal en la ciudad. Según él, su intervención federal convirtió a Washington DC de un "infierno" a un lugar seguro en apenas 12 días. "No hay crimen", proclamó con confianza. Pero mientras el presidente celebraba su éxito, la realidad en las calles de la capital contaba otra historia: dos homicidios recientes, investigaciones en curso y un panorama más complejo de lo que su retórica sugiere.

Trump declara el fin del crimen en DC

El pasado domingo, Trump aseguró que su "operativo federal" había resuelto todos los problemas de criminalidad en DC y prometió replicar la estrategia en ciudades como Chicago y Portland. "Washington, DC es ahora un lugar seguro. No te van a asaltar, no te van a violar, no te va a pasar nada", afirmó con su característico estilo grandilocuente.

Sin embargo, estas declaraciones llegaron apenas horas después de que la policía identificara a las víctimas de dos homicidios ocurridos ese mismo fin de semana: Jermaine Durbin, un joven de 17 años, y Jerome Myles, de 26. Ambos asesinatos aún estaban bajo investigación, aunque en el caso de Myles, la policía ya había arrestado a un sospechoso, Antoine Whitaker, acusado de homicidio en primer grado.

La emergencia federal: menos crímenes, más casos resueltos

Aunque Trump se atribuyó todo el mérito, los datos muestran que la criminalidad en DC ya estaba en descenso antes de la intervención federal. Según el Departamento de Policía Metropolitana (MPD), los crímenes violentos habían disminuido un 26% y los homicidios un 12% en comparación con el año anterior. Durante el operativo federal, estas cifras mejoraron ligeramente, con una reducción del 28% en crímenes violentos y del 22% en homicidios.

Lo que sí marcó la diferencia fue el tiempo extra que esta reducción dio a los detectives para resolver casos pendientes. En septiembre, el MPD cerró 11 casos de homicidio y realizó 19 arrestos, incluyendo el de Edgar Arrington, acusado de asesinar a Dream Johnson, una mujer transgénero. Según el comandante Kevin Kentish, la menor carga de nuevos casos permitió a los investigadores profundizar en crímenes antiguos, logrando avances significativos.

¿Un éxito completo? No tan rápido

Aunque la intervención federal ayudó a resolver casos y redujo la criminalidad, no todo es color de rosa. Activistas como Earline Budd, defensora de los derechos de las personas transgénero, señalan que muchos homicidios, especialmente de mujeres trans, siguen sin resolverse. "Estos casos fueron muy sonados en su momento, pero ahora están fríos", lamentó Budd, mostrando un cartel con los nombres de víctimas olvidadas.

Además, el impacto de la intervención debe analizarse en contexto. La tasa de homicidios en DC ya estaba en declive desde 2023, y aunque la colaboración entre agencias locales y federales aceleró este progreso, no lo inició. ¿Fue la intervención un éxito? Sí, pero parcial.

Entre la retórica y la realidad

Trump pintó un cuadro de victoria absoluta, pero la realidad es más matizada. La intervención federal ayudó a resolver crímenes y a reducir la criminalidad, pero no eliminó los problemas de seguridad en DC. La colaboración entre agencias y el enfoque en casos pendientes fueron clave, pero queda mucho por hacer para garantizar justicia para todas las víctimas. En el balance, la capital está más segura, pero no es el paraíso que Trump describe.

Últimas Noticias

X