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Amor en tiempos de shutdown: el "Sí, acepto" se cocina en los restaurantes de DC

Descubre cómo el cierre del gobierno federal pone el amor a prueba en DC y por qué las bodas en restaurantes se convierten en la solución más sabrosa y atrevida para tu gran día.

Foto generada con AI.

¿Quién dijo que la política y el amor no se mezclan? Cuando el gobierno federal de Washington DC toca el botón de apagado, las parejas se quedan en pausa… ¡pero el romance no! La sorpresa más picante de este cierre no está en la Casa Blanca sino en la imposibilidad de conseguir licencias de matrimonio, justo cuando el deseo de matrimonio está en su punto más alto. ¿Drama? Sí, pero de ese que enciende las historias para contar a los nietos.

El obstáculo burocrático para el "Sí, acepto"

Cuando el gobierno federal cesa sus operaciones, algunos servicios no esenciales de la Corte Superior de DC también se detienen. Esto se debe a que, aunque los servicios locales de DC permanecen financiados, los tribunales dependen de fondos federales. ¿Y qué queda fuera? Tamaña sorpresa: la Oficina de Matrimonios. El resultado: parejas con anillos listos, pero sin licencia oficial para el beso final.

Eso sí, en DC no hay corazón que aguante muchas trabas. El Concejo de DC, con experiencia tras el cierre de 35 días en 2019, está considerando la ingeniosa LOVE Act, que le da a la alcaldesa poderes de cupido temporal para repartir licencias y que nadie se quede vestido… y sin casamiento. Sí, la política local también tiene sus momentos de amor salvador.

Pero mientras el Congreso decide quién reparte amor legal, las parejas empiezan a preguntar: ¿y si lo hacemos diferente?

Restaurantes: el nuevo templo del amor (y del buen sabor)

Cada vez más parejas en DC eligen un restaurante como el lugar para su celebración. Las razones son tan variadas como personales. Para algunos, es el lugar de su primera cita o un rincón sentimental. Para otros, es la búsqueda de un ambiente más acogedor y una experiencia gastronómica de primer nivel que los locales de eventos tradicionales no siempre pueden ofrecer.

El menú: una experiencia culinaria garantizada

Una de las mayores ventajas de casarse en un restaurante es la calidad de la comida y el servicio. Estos lugares son expertos en su campo. Puedes seleccionar platos que ya conoces y amas, o trabajar directamente con chefs de renombre para crear un menú personalizado. Imagina diseñar tu banquete de bodas con un chef galardonado, asegurando que cada bocado sea memorable para ti y tus invitados.

Un ambiente con personalidad propia

Los restaurantes ofrecen una atmósfera establecida y un estilo definido, lo que reduce la necesidad de una decoración extensa. "La mayoría de mis clientes que se casan en restaurantes quieren algo que se sienta un poco inesperado", comentó la planificadora de bodas Sara Bauleke. Piensa en Maketto y su pared de zapatillas como fondo para tu primer beso oficial; o en la azotea de Baby Shank, con vistas urbanas, copas burbujeantes y vibras entre lo chic y lo atrevido. Aquí, el ambiente ya está puesto, así que puedes guardar ese presupuesto de decoración para lo que realmente importa: el after más épico.

Costos: flexibilidad para diferentes presupuestos

En DC una boda puede costar tanto como $75,000 o más, pero los restaurantes les dan una opción más sexy a los bolsillos despiertos. Usar la vajilla, el mobiliario y el encanto listos del lugar puede ahorrarte una fortuna.

Los precios varían ampliamente, lo que ofrece opciones para diferentes escalas:

  • En The Cooper Mill, en Alexandria, una boda en domingo puede comenzar con una tarifa de $2,000 por el espacio, más un mínimo de $7,000 en comida y bebida.
  • En Maketto, el alquiler completo para una boda suele oscilar entre $5,000 y $30,000, más impuestos y servicio.
  • En el icónico Iron Gate en Dupont Circle, una boda de fin de semana en su patio y jardín exterior comienza en unos $18,000, incluyendo impuestos y tasas.

Ojo, que la fiesta “all inclusive” no cubre fotografía, flores o tu DJ preferido, pero la lista de invitados (y de gastos) también es más fácil de domar gracias a la capacidad de los locales. Ideal para quienes creen que “menos es más”… y mejor.

Tiempo real: el amor no espera

Mientras que los salones de eventos tradicionales pueden necesitar ser reservados con hasta dos años de anticipación, los restaurantes a menudo tienen disponibilidad en plazos más cortos. Si tu cronograma es ajustado, podrías asegurar tu lugar con solo uno o dos meses de antelación, especialmente si consideras fechas alternativas como un domingo por la mañana o un jueves por la noche. Esta flexibilidad es una gran ventaja, sobre todo cuando factores externos, como un cierre de gobierno, añaden incertidumbre a tus planes.

El amor rompe barreras (aunque sean federales)

Ni el cierre más rígido puede contener ese deseo irreprimible de decir “sí, quiero”. Que los políticos discutan a puerta cerrada mientras Cupido sigue haciendo de las suyas entre mesas elegantemente puestas y copas que tintinean. Los restaurantes de DC, traviesos y seductores, se transforman en refugios modernos donde los corazones intrépidos se juran amor eterno, sin esperar permisos ni sellos oficiales.

¿La licencia está en pausa? Que espere en la fila. El compromiso genuino se celebra con la chispa de las miradas y el brindis de un buen vino, mientras el menú cautiva hasta al invitado más difícil de sorprender.

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