Washington D.C. enfrenta un nuevo desafío laboral: más de 10,000 empleados federales podrían perder su trabajo durante el actual cierre del gobierno. La cifra, confirmada por el director de la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB), Russell Vought, supera ampliamente los cálculos anteriores y amenaza con afectar a miles de familias que dependen del empleo federal en la capital del país.
El número que hace temblar a DC
Según Vought, el número de despidos superará los 10,000, más del doble de lo reportado la semana pasada en documentos judiciales, donde se hablaba de al menos 4,100 recortes.
“Mucho de lo que se ha reportado son solo instantáneas judiciales. Creo que será mucho más alto”, aseguró en entrevista con el programa Charlie Kirk Show, transmitido desde la misma Casa Blanca.
La “limpieza” en las agencias
Vought destacó que entre sus acciones figura el cierre del Consumer Financial Protection Bureau (CFPB), la agencia de protección al consumidor creada bajo el impulso de Elizabeth Warren.
“No tenemos a nadie trabajando ahí, salvo a nuestros designados republicanos y unos pocos empleados de carrera que cumplen funciones legales mientras cerramos la agencia”, afirmó.
Aunque reconoció que la protección al consumidor es importante, no dudó en lanzar una crítica directa:
“Esta agencia no lo hacía. Tenía el ADN de Elizabeth Warren”.
La resistencia judicial
Los sindicatos de trabajadores federales han reaccionado con rapidez. Llevaron el caso a los tribunales y, por ahora, lograron un respiro temporal. La jueza Susan Illston, desde San Francisco, bloqueó provisionalmente los despidos al considerar que el proceso “tiene un costo humano que no puede tolerarse”.
Algunas agencias, como el Departamento de Salud y Servicios Humanos, ya revocaron algunas notificaciones de despido emitidas el viernes pasado.
El panorama laboral más sombrío en años
Los efectos ya se sienten en Washington, DC. De acuerdo con una orden ejecutiva de la Casa Blanca, más de 300,000 empleados federales han abandonado sus puestos este año, ya sea por despidos o presiones internas. El resultado: DC enfrenta una de las tasa de desempleo más altas del país, una situación inusual para una ciudad cuya economía depende en gran parte del trabajo federal.
La posible eliminación de más de 10,000 empleos federales representa un desafío para la estabilidad laboral de la capital. La combinación de despidos masivos y cierres de agencias pone a prueba la resiliencia de los trabajadores y subraya la importancia de los mecanismos de protección para quienes dependen del empleo público.