¿Se lanzará Muriel Bowser por un cuarto mandato como alcaldesa? Cada aparición pública de Bowser enciende la chispa de la especulación, dejando a políticos, analistas y vecinos adivinando sus intenciones. En el reciente Fortune Most Powerful Women Summit, Bowser respondió con un enigma digno de novela negra:
“Es una pregunta que todos parecen hacer, y responderé en el momento adecuado”.
Silencio que habla más que mil palabras
Un día después, Bowser rompió su costumbre de atender a los medios en un evento de Teacher of the Year, y su equipo dejó claro que las preguntas sobre la reelección estaban en la lista negra. Para algunos, como el analista político Julius Hobson, Jr., este misterio no es raro:
“Llega un momento en que te despiertas y dices: ‘No quiero hacer esto otra vez’”, afirmó a WTOP.
El estadio como tentación y legado
Hobson admite que esperaba que Bowser corriera para estar presente en la inauguración del nuevo estadio de los Washington Commanders en 2030, uno de los proyectos más emblemáticos de su gestión. Cortar la cinta del estadio podría ser la joya de su legado. Sin embargo, si Bowser decide retirarse, la carrera por la alcaldía se abriría de par en par:
“Cuando hay una vacante, es un ‘vengan todos’ — todo el mundo corre”.
Los posibles retadores se frotan las manos
Entre los nombres que suenan están los de los concejales Kenyan McDuffie y Janeese Lewis George, aunque Hobson advierte que McDuffie probablemente no se arriesgará si Bowser decide correr. Si lo hiciera, tendría que dejar su asiento, provocando un “cambio significativo en el liderazgo electo”.
Señales a observar
La recaudación de fondos será un indicador clave de sus planes, comenta Hobson: “Miro cuánto dinero tiene en su comité de acción política; eso siempre indica si alguien va a correr. Si tiene dos dólares, no va a correr”. Otro dato a seguir es quién reemplazará a su asesora de largo tiempo, Beverly Perry, quien recientemente dejó su cargo, una movida que podría revelar intenciones ocultas.
Por ahora, Bowser mantiene el suspenso como un acto maestro de ilusionismo político. Sus decisiones podrían reconfigurar el tablero de la política local y desencadenar una carrera que más de uno espera con ansias. Hasta que ella rompa el silencio, Washington seguirá especulando, y la capital del país disfrutará del drama político con sabor a DC.