La temporada arrancó y los Washington Commanders dejaron claro que el camino no será fácil. Tras una heroica campaña de playoffs el año pasado, el equipo llegó al AT&T Stadium con bajas sensibles y salió con un 44-22 en contra frente a los Dallas Cowboys, dejando a los fans entre la frustración y la esperanza de que esto es solo un tropiezo momentáneo.
Inicio prometedor… y efímero
No pasó ni un parpadeo antes de que Dallas pusiera el tono: un touchdown en menos de dos minutos tras ganar el saque inicial encendió las alarmas. Sin embargo, Washington reaccionó rápido. El quarterback Jayden Daniels no brilló al principio, pero la defensa y las jugadas especiales del equipo mantuvieron viva la esperanza: un safety gracias a la combinación de Daron Payne y Jacob Martin colocó a los Commanders 7-2 abajo, y un drive de 65 yardas terminó con Daniels corriendo él mismo un touchdown.
La pesadilla de los Cowboys
El respiro duró poco. Dallas no tardó en devolver la cachetada: tres anotaciones consecutivas, incluyendo dos goles de campo de Brandon Aubrey (47 y 61 yardas) y un demoledor pase de 74 yardas de Dak Prescott a CeeDee Lamb, dejaron claro que la defensa de Washington tuvo más agujeros que una tela de araña.
Lesiones y baja producción
Con Terry McLaurin, Deebo Samuel y Noah Brown fuera del juego, la ofensiva estaba coja. Daniels sufrió un golpe en el muslo derecho y tuvo que salir del campo, dejando a Marcus Mariota para intentar mantener la esperanza viva. Pero las desgracias se encadenaron: Prescott conectó dos touchdowns más, y una intercepción devuelta 68 yardas para touchdown de Daron Bland selló la caída de Washington
Un cierre que no consuela
Chris Rodriguez Jr. logró un touchdown en una serie de 53 yardas, mostrando destellos de lo que podría ser, pero demasiado tarde. Con la derrota, los Commanders caen a 3-4 y al tercer lugar de la NFC Este. La siguiente parada será Kansas City, un reto mayúsculo que podría definir si este equipo aprende rápido de sus tropiezos o continúa tambaleándose.
El arranque de temporada ha sido un balde de agua fría: lesiones, pérdidas de balón y defensas permeables. Ahora toca ajustarse, mejorar y demostrar que la magia del año pasado no fue un accidente. Los Commanders tienen ocho días para recomponerse antes de enfrentar a los Chiefs, y la ciudad los observa, crítica pero fiel.