El último informe de Climate Power publicado este viernes 31 de octubre de 2025 revela el alcance de la crisis energética que vive Estados Unidos desde el regreso de Donald Trump a la presidencia. En menos de un año, las facturas eléctricas han subido un 11% a nivel nacional y más de 158,000 empleos en energías limpias han sido eliminados o puestos en pausa.
El documento detalla que se han cancelado o retrasado 307 proyectos de energía renovable en 34 estados, lo que ha supuesto la pérdida de más de $52,000 millones en inversiones privadas y la desaparición de suficiente capacidad eléctrica para abastecer a más de 12 millones de hogares. Texas, Massachusetts y Arizona están entre los estados más afectados, con decenas de miles de empleos perdidos en sectores como la energía eólica, solar, de baterías y de hidrógeno.
Mientras tanto, la demanda energética sigue creciendo, impulsada por el auge de los centros de datos y olas de calor extremas. La reducción de la oferta renovable ha obligado a las compañías eléctricas a subir las tarifas, con aumentos anuales de hasta $700 en algunos estados.
La crisis energética no distingue colores políticos: casi la mitad de los fondos perdidos afectan a distritos representados por republicanos. La crisis, lejos de ser una amenaza futura, ya golpea a millones de familias estadounidenses, comprometiendo el acceso a una energía limpia, asequible y segura.