Dick Cheney, el vice-presidente moderno más poderoso de Estados Unidos y arquitecto principal de la "Guerra contra el Terror", ha fallecido a los 84 años, según un comunicado de su familia. Cheney, quien ayudó a llevar al país a la Guerra de Irak basándose en suposiciones erróneas, murió debido a complicaciones de neumonía y enfermedad cardíaca y vascular.
"Su amada esposa de 61 años, Lynne, sus hijas, Liz y Mary, y otros miembros de la familia estuvieron con él mientras fallecía", indicó la familia en su declaración.
"Dick Cheney fue un gran y buen hombre que enseñó a sus hijos y nietos a amar a nuestro país, y a vivir vidas de coraje, honor, amor, bondad y pesca con mosca." — Declaración de la Familia Cheney
El 46º vice-presidente, quien sirvió junto al presidente republicano George W. Bush entre 2001 y 2009, fue durante décadas una figura imponente y polarizadora en el panorama político de Washington.
La carrera política de Cheney abarcó décadas, sirviendo como representante de Wyoming, jefe de gabinete de la Casa Blanca y secretario de Defensa. Estaba disfrutando de una lucrativa carrera corporativa cuando George W. Bush le encargó la tarea de seleccionar posibles candidatos a la vicepresidencia, una búsqueda que terminó con Cheney mismo asumiendo el cargo.
Cheney se encontraba en la Casa Blanca la mañana del 11 de septiembre de 2001, mientras el presidente estaba fuera de la ciudad. En el instante en que un segundo avión impactó el World Trade Center, él relató que se convirtió en un hombre cambiado, decidido a vengar los ataques orquestados por Al Qaeda.
"En ese momento, supiste que era un acto deliberado. Esto fue un acto terrorista", recordó Cheney en una entrevista con John King de CNN en 2002.
Desde un búnker bajo la Casa Blanca, Cheney entró en modo de crisis, dirigiendo la respuesta. Dio la orden extraordinaria de autorizar el derribo de cualquier avión secuestrado que se dirigiera a la Casa Blanca o al Capitolio. Su frecuente traslado a ubicaciones "desconocidas" para preservar la cadena de sucesión presidencial reforzó su imagen como una figura omnipotente que libraba una guerra encubierta desde las sombras.
A pesar de las caricaturas que lo tildan como "el verdadero presidente", los relatos históricos indican que Bush era su propio "Decisor".
En sus últimos años, Cheney, un conservador de línea dura, se distanció de su partido debido a su intensa crítica al presidente Donald Trump. Lo calificó como un "cobarde" y la mayor amenaza para la república que jamás haya existido.
En un irónico epílogo a su histórica carrera, Cheney emitió su último voto en una elección presidencial en 2024 por una demócrata liberal y compañera del "club de vicepresidentes": Kamala Harris. Este acto reflejó cómo el Partido Republicano populista había dado la espalda a su conservadurismo tradicional.
Cheney estuvo afectado por una enfermedad cardiovascular durante la mayor parte de su vida adulta, sobreviviendo a una serie de ataques cardíacos. A pesar de esto, logró llevar una vida plena y vivió muchos años después de un trasplante de corazón en 2012, un evento que calificó en una entrevista de 2014 como "el regalo de la vida misma".