La historia militar estadounidense revela un patrón inquebrantable: cuando Washington necesita oscuridad total para operaciones nocturnas, espera la Luna Nueva. Granada en 1983 y Kosovo en 1999 no fueron coincidencias. Los primeros asaltos en Granada comenzaron a las 05:00 a.m. bajo Luna Nueva. Los ataques iniciales de la OTAN contra Serbia aprovecharon la misma oscuridad total. El patrón se repite porque funciona: máxima protección para aviones de ataque, mínima detección visual.
Por Braulio Jatar, abogado, comunicador, escritor y profesor. Ex preso político del régimen de Maduro (2016-2021).
La Luna Nueva de noviembre ocurrió el 20 a las 06:45 UTC. El 22-23 de noviembre ofrece la ventana perfecta: fin de semana con mercados cerrados, oscuridad casi total, y todos los activos militares ya posicionados. El USS Gerald R. Ford, el portaaviones más grande del mundo, entró al Caribe el 16 de noviembre. No vino solo: 15,000 efectivos militares, destructores de misiles, 4,500 Marines del 22nd MEU, submarino de ataque, cazas F-35, drones MQ-9 Reaper. Es el mayor despliegue naval en el Caribe desde la invasión de Panamá en 1989.
El timing es revelador. Marco Rubio anunció el 16 de noviembre que el Cártel de los Soles será designado Organización Terrorista Extranjera el 24 de noviembre. Pero esa fecha, un lunes con mercados abiertos, viola todos los patrones históricos. Es administrativa, no operacional. El ataque llegará antes.
Trump sigue su propio manual. El 18 de junio declaró sobre un sitio nuclear iraní: "I may do it. I may not do it." Cuatro días después, el bombardeo. El viernes 15 de noviembre repitió el patrón: "I sort of have made up my mind — yeah. I mean, I can't tell you what it would be." Cuatro días desde el viernes 15 nos llevan al martes 19. Pero Estados Unidos no ataca en martes. Esperará al fin de semana: 22-23 de noviembre.
La escalada ha sido metódica. Desde septiembre, 20 ataques contra narcolanchas han matado a 80 personas, normalizando la violencia letal. El Ford salió del Mediterráneo en octubre. Las reuniones Trump-Hegseth ocurrieron tres días consecutivos (13-15 noviembre). Todo converge en esta semana.
La declaración del domingo 17 sobre "discusiones" con Maduro es psyop clásica. Genera confusión, relaja tensión por 48 horas, luego golpea. Granada, Kosovo, Irak 2003: siempre hay señales diplomáticas contradictorias justo antes. Es el ruido antes del trueno.
La temporada de huracanes termina el 30 de noviembre, pero Washington no esperará. La ventana de Luna Nueva se cierra rápido. Para el 29-30 de noviembre estaremos en Luna Creciente avanzada, perdiendo la oscuridad táctica. Si van a atacar de noche aprovechando oscuridad máxima, tiene que ser ahora. 22-23 de noviembre. Sábado-domingo. Mercados cerrados. Luna Nueva +2/3 días.
Los objetivos probables: puertos de narcotráfico en la costa caribeña, aeródromos clandestinos, infraestructura del Cártel de los Soles. Ataques suficientemente devastadores para fracturar la cúpula militar. Operación relámpago estilo Panamá 1989: descabezamiento de liderazgo, no ocupación territorial.
El costo del despliegue del Ford es $44 millones mensuales. No se gasta eso para teatro. Los F/A-18 Super Hornet ya están en el Caribe. Los F-35 operan desde Puerto Rico. Los Marines están en buques anfibios. Todo está listo.
Si me equivoco, sabremos el lunes 24 que era solo presión. Pero la historia sugiere lo contrario. Granada no avisó. Kosovo no avisó. Irak 2003 tuvo meses de avisos, pero la hora H llegó cuando nadie la esperaba exactamente.
Este fin de semana, bajo Luna Nueva, con el portaaviones más poderoso del mundo frente a Venezuela, la historia está a punto de repetirse. Solo que esta vez, estábamos prestando atención a los patrones.
