Cameron Kasky, uno de los rostros más visibles del movimiento juvenil contra la violencia armada en Estados Unidos, anunció oficialmente su intención de competir por el escaño del Congreso en el Distrito 12 de Nueva York, hasta ahora ocupado por el veterano legislador demócrata Jerrold “Jerry” Nadler.
Kasky, de 25 años, saltó a la escena nacional en 2018 tras sobrevivir al tiroteo en la escuela Marjory Stoneman Douglas, en Parkland (Florida), donde murieron 17 personas. Desde entonces, se convirtió en uno de los cofundadores del movimiento Never Again MSD, una de las campañas de activismo juvenil más influyentes en la lucha por el control de armas.
El aspirante demócrata llega con un mensaje de ruptura y renovación generacional. En su plataforma, Kasky respalda propuestas como Medicare para Todos, la abolición de ICE, un mayor control sobre el uso de la inteligencia artificial y límites estrictos al apoyo militar de Estados Unidos a conflictos internacionales que, según él, “ponen vidas civiles en riesgo”.
“Como sobreviviente de un tiroteo escolar, mi obligación moral es luchar contra la violencia en todas sus formas”, ha dicho el joven activista. Su campaña insiste en que el país necesita líderes “con convicción”, no figuras del establishment político.
El Distrito 12, que abarca parte de Manhattan, vive un momento de cambio con la eventual salida de Nadler, uno de los demócratas más influyentes del Congreso. En este contexto, la entrada de Kasky agrega una dimensión simbólica: un choque generacional entre el activismo juvenil y las estructuras tradicionales del partido.
Aunque su candidatura arranca en un terreno altamente competitivo, Kasky apuesta a conectar con votantes cansados de la inercia política y ansiosos por un liderazgo que refleje las urgencias sociales actuales, desde la violencia armada hasta el acceso a la salud.
La campaña apenas comienza, pero Kasky ya se convierte en una figura a observar en las primarias demócratas de 2026. Su reto: demostrar que su activismo puede traducirse en eficacia legislativa y que la nueva generación de líderes progresistas puede competir en uno de los distritos más influyentes del país.