Dos jóvenes de Texas fueron acusados por la justicia federal de planear un ataque en Haití, con la intención de reclutar a personas sin hogar en Washington, DC como mercenarios.
¿Qué ocurrió?
Gavin Rivers Weisenburg, de 21 años, y Tanner Christopher Thomas, de 20, fueron acusados por un gran jurado del Distrito Este de Texas de conspirar entre agosto de 2024 y julio de 2025 para tomar la isla de Gonâve, en Haití. Según los documentos judiciales, planeaban comprar un velero, armas y municiones, y reclutar a hombres sin hogar de DC como soldados. El objetivo era asesinar a hombres y esclavizar a mujeres y niños de la isla.
Para prepararse, aprendieron criollo haitiano y se inscribieron en escuelas para adquirir habilidades tácticas. Thomas se unió a la Fuerza Aérea para recibir entrenamiento militar y trasladó su base a Joint Base Andrews, cerca de DC, para facilitar el reclutamiento. Weisenburg intentó capacitarse en liderazgo y control, pero no completó su formación.
Implicaciones para Washington, DC
Aunque el plan nunca se concretó, la investigación evidencia riesgos de explotación de personas en situación de vulnerabilidad en la ciudad. Organizaciones locales de apoyo a personas sin hogar alertan sobre la posibilidad de que individuos con intenciones criminales busquen manipular a esta población.
El caso también resalta la necesidad de coordinación entre agencias de seguridad y la comunidad para prevenir que planes de alcance internacional afecten a residentes locales.
Estado del caso
Los acusados enfrentan cargos federales por conspiración para asesinar, mutilar o secuestrar en un país extranjero, y por producción de pornografía infantil. De ser encontrados culpables, podrían enfrentar cadena perpetua y hasta 30 años de prisión, respectivamente. Ambos permanecen bajo custodia federal mientras continúa la investigación del FBI, la Fuerza Aérea y la policía local
El caso pone de relieve cómo residentes vulnerables en DC pueden ser blanco de conspiraciones criminales con alcance internacional. Las autoridades locales y federales refuerzan la vigilancia y coordinación para prevenir riesgos a la comunidad y proteger a quienes se encuentran en situación de calle.