Después de más de una década en la política local y tres mandatos como alcaldesa, Muriel Bowser soltó la bomba: no buscará un cuarto mandato. “Es probablemente lo más difícil que he tenido que hacer… pero creo que he cumplido con lo que me propuse”, confesó a NBC Washington. Con estas palabras, Bowser señaló que su decisión responde a un cierre de ciclo y al deseo de dar espacio a nuevos líderes.
En un mensaje publicado en X, la alcaldesa destacó que servir a la ciudad ha sido “el honor de mi vida” y que deja un “legado de éxito” del que se siente orgullosa. Con mezcla de orgullo y picardía política, dejó claro que no solo se va satisfecha con sus logros, sino que busca espacio para nuevos proyectos y desafíos personales.
Una década marcada por desafíos extremos
Desde su elección en 2014, Bowser ha navegado tormentas políticas y sociales: la pandemia de COVID-19, protestas por justicia racial y la amenaza de perder a los equipos deportivos más icónicos de la ciudad. En los últimos meses, se vio en un delicado juego de equilibrio: negociar con Donald Trump sobre la presencia federal, manejar recortes masivos de empleos federales y concretar el regreso de los Washington Commanders, todo mientras defendía la autonomía local frente a ataques a la Home Rule.
En medio de estas tensiones, cosechó logros importantes: mantuvo a los equipos de la NBA y NHL en la ciudad, impulsó inversiones en vivienda, educación y seguridad, y ayudó a reactivar la economía post-pandemia. Pero no todo fue miel sobre hojuelas , la decisión de remover la polémica Black Lives Matter Plaza y ceder a ciertas demandas federales le valió críticas de sectores progresistas.
Reacciones encontradas de la ciudadanía
La noticia dejó a muchos vecinos boquiabiertos. “Me siento como si fuera el fin de una era”, dijo Liya Johnson a FOX 5. Para algunos, Bowser fue una heroína que supo lidiar con “los matones federales” y los problemas locales; para otros, alimentó la desigualdad y no resolvió los problemas cotidianos de los barrios.
Amanda Cassidy celebró sus logros: “Creo que ha hecho mucho por la ciudad”. Pero Lauren Gay pidió cambios de raíz: “Estos niños están aburridos, rompiendo autos. Quiero soluciones reales que afecten la vida diaria”. Y muchos recordaron que la próxima administración deberá seguir luchando por la estadidad de DC y los derechos de sus residentes.
¿Quiénes podrían ocupar la alcaldía?
Con Bowser fuera, la carrera por la alcaldía de 2026 está abierta y promete ser feroz. Entre los nombres que suenan fuerte están los concejales Kenyan McDuffie y Janeese Lewis George, mientras que Robert White Jr. y Brooke Pinto ya van por otros cargos. Cuatro candidatos ya se registraron oficialmente:
- Rhonda Hamilton
- Regan Jones
- Robert Gross
- James McMorris, junto con el veterano del Ejército Gary Goodweather.
El historiador Matthew Dallek, de George Washington University, advierte que el próximo alcalde hereda un escenario complejo: control federal intenso, presupuesto ajustado y retos económicos persistentes.
El legado de Muriel Bowser
Bowser deja una capital más sólida, con infraestructura deportiva fortalecida y proyectos consolidados, aunque aún con debates abiertos sobre vivienda, seguridad y equidad. Más allá de la política, amplió su familia, un detalle que refleja su vínculo personal con la ciudad. Su gestión deja un mapa de logros y retos: DC superó la pandemia, navegó la intervención federal y reforzó su economía y su identidad deportiva.
Ahora, la capital entra en un periodo de transición histórica. La carrera por la alcaldía está abierta, con altas apuestas políticas y tensiones sobre la autonomía de la ciudad. Los próximos líderes tendrán ante sí el desafío de continuar gobernando DC en un entorno político y económico exigente.