Silvana Estrada comenzó su gira norteamericana con un brindis. El viernes 21 de noviembre, subió al escenario del 9:30 Club en Washington DC e invitó al público a unirse con ella para una noche y sentir. Por la primera parada de su gira, Washingtonianos tomaron la noche para acompañarla en el desamor, el duelo, el anhelo y la gratitud de sentirlo todo.
Con tanto desamor a lo largo de su setlist, es una decisión consciente comenzar el concierto dando gracias por todo lo bello que el amor puede traer. Ese es el mensaje de su primera canción: “Brindó para ser tu fiel destino / Y por volver a ver a los amigos”. En esta gira, Estrada levanta su copa no por el dolor que moldeó sus canciones, sino por el amor que hizo posible ese dolor.
Aunque celebra el lanzamiento de su nuevo álbum, Vendrán Suaves Lluvias, su setlist funciona más como una cápsula del tiempo de su carrera entera. Tiene más de 7 años desde que sacó su primer single, un trayecto musical y emocional que se revela durante este concierto.
Con cada canción, esta artista tan sonriente se va desarmando poco a poco, enseñando una intensidad emocional que parecería imposible en alguien con tanta luz. Una niña tiernamente enamorada canta “Al Norte” – pero una llena de rabia al “puto ghosting” canta “Good Luck Good Night”.
A mitad del concierto, dos canciones centran la vulnerabilidad de Estrada de una manera que cautiva a toda la audiencia. El primer single de su nuevo álbum, “Como Un Pájaro”, cuenta la historia de un corazón roto que te deja cantando hasta el amanecer. Bañados en el azul de una noche insomne, la sala se unió con ella para cantar sobre un desamor que parecían reconocer: “Te canto como un pájaro en la bruma / Y todo lo que fuimos lo lamento”.
Si alguien había logrado llegar hasta aquí sin llorar, la próxima canción era la que rompía esa barrera. Después de agradecer a la audiencia, sintiendo que “se le iba a explotar el corazoncito”, Estrada recordó un momento en el que pensó que estaba permanentemente roto.
La siguiente canción, “Un Rayo de Luz”, recuenta la pérdida de su amigo Jorge Tirado, asesinado junto a su hermano en Ciudad de México en 2022. Doblada sobre el micrófono, Estrada pregunta, aullando: “¿Cómo será de hermosa la muerte que nadie ha vuelto de allá? / ¿Cómo será de frágil la suerte que siempre elegimos amar?”. En su duelo, aquí es donde revela el valor de la vulnerabilidad; para ella, cantar estas canciones es ya una prueba de que puede, y podrá, volver a amar.
Al salir del 9:30 Club, era evidente que el concierto de Estrada había reunido a los Washingtonianos más llorones, y los más felices por serlo. Y aunque parecían recuperarse al pisar la calle, seguían sintiendo con ella, tal como les había pedido en su brindis
Con este concierto, Estrada pone su corazón en manos de la audiencia. Les deja ver que incluso con un corazón roto, hay belleza en lo abierto que puede quedar.
