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Emergencias saturadas: el costo emocional y económico en Maryland

Maryland lidera los tiempos de espera en emergencias a nivel nacional. Pacientes y familias enfrentan horas de espera, estrés y gastos adicionales mientras los hospitales luchan por atender a todos.

Foto de Pixabay.

Para miles de residentes en Maryland, acudir a la sala de emergencias puede significar horas de espera, estrés y gastos inesperados. Durante más de 20 años, los tiempos de espera en el estado han superado el promedio nacional, afectando tanto la salud física como emocional de los pacientes y sus familias.

Datos y cifras alarmantes

Un informe legislativo mostró que Maryland tiene los peores tiempos de espera del país, y algunos hospitales pueden tardar hasta un día completo para admitir a un paciente. Aunque la mayoría de los hospitales ha mejorado sus tiempos, 17 centros, incluido el de Howard, vieron aumentar las esperas entre 2023 y 2024. Jon Kromm, director ejecutivo de la Health Services Cost Review Commission, explicó:

“Los residentes visitan las emergencias con menor frecuencia que el promedio nacional, pero sus estancias prolongadas reflejan problemas más amplios del sistema”.

Experiencias que reflejan la realidad

Virginia Kwitkowski, enfermera de Clarksville, recuerda haber pasado más de cinco horas en el único hospital de emergencia del condado de Howard en 2018, cuando su madre sufrió un derrame cerebral.

“Cuando estás enfermo, cinco horas parecen una eternidad”, dijo Kwitkowski, quien ahora evita ir al hospital más cercano en situaciones de emergencia.

Columbia resident John McGing también vivió la espera prolongada en mayo de 2024, pasando 13 horas en el mismo hospital mientras su esposa cuidaba a su hijo adulto con autismo.

“Me sentía mal por ocupar espacio, pero no tenía otro lugar adonde ir”, relató McGing.

El precio emocional y económico

Las largas esperas no solo implican riesgos médicos, sino también un impacto económico y emocional. Familias como las de Kwitkowski y McGing enfrentan horas de estrés, pérdida de ingresos y ansiedad mientras esperan atención. Joe DeMattos, consultor de salud, apunta que estas situaciones se agravan por brechas en la atención preventiva y crónica que generan visitas evitables a emergencias.

Anna Palmisano, líder de Marylanders for Patient Rights, enfatiza que la falta de personal adecuado en emergencias empeora la situación:

“Es reprochable que se ignore la dotación de personal, mientras los ejecutivos hospitalarios protegen sus millonarios salarios y bonos”.

Intentos de solución

Algunos hospitales han invertido en mejoras. El Howard County Medical Center expandió su sala de emergencias y triplicó camas en su unidad de salud conductual. Sinai Hospital duplicó su capacidad de ER con una inversión de $50 millones. Además, programas piloto de enfermería virtual y atención pediátrica más rápida buscan reducir las esperas.

El University of Maryland Medical Center reportó que los tiempos de espera iniciales bajaron un 50%, a solo 10 minutos, y que el tiempo total desde la llegada hasta la salida disminuyó un 28% en un año, mostrando que la mejora es posible.

Aunque algunos hospitales muestran avances, las largas esperas en emergencias continúan siendo un desafío en Maryland, afectando la salud, la tranquilidad y los bolsillos de miles de residentes. La expansión de salas de emergencia y la mejora en la gestión hospitalaria son pasos importantes, pero aún se requiere un enfoque integral para resolver un problema que afecta a todo el sistema de salud.

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