Kenyan McDuffie dijo adiós al Consejo de Washington, DC, pero dejó abierta la gran pregunta: ¿será la alcaldía su próximo destino? Tras 13 años de servicio, el concejal At-Large cerró un capítulo que lo consolidó como una figura clave en la política local. Su renuncia, oficializada el pasado martes 16 de diciembre, enciende los rumores y despierta la curiosidad de toda la ciudad: ¿quién quiere quedarse con su silla y, más importante, qué significa su posible candidatura?
El adiós de un veterano
“Ha sido el honor de mi vida servir al pueblo del Distrito de Columbia”, dijo McDuffie desde la tribuna del Consejo. Su legado no pasa desapercibido: impulsó el desarrollo económico, programas de seguridad y revitalizó barrios completos. Entre sus mayores logros destaca la creación de Petworth Main Street, hoy un hervidero de restaurantes y comercios vibrantes. Su último día será el 5 de enero.
“El servicio público tiene estaciones, y yo sé cuándo es momento de pasar a una nueva”, agregó.
Sus colegas no ocultaron la emoción. Janeese Lewis George recordó cómo McDuffie los integró a ella y a otros miembros novatos: “Nos llevó después de la fiesta navideña del Consejo. Nadie quería socializar con los novatos, pero él nos hizo sentir parte de la familia”. Christina Henderson resaltó su cercanía incluso con personal que no era suyo, un detalle que pocos se tomaban el tiempo de hacer.
Rumores que encienden la ciudad
La renuncia de McDuffie alimenta rumores de que podría unirse a la carrera por la alcaldía, que aún no tiene un favorito claro tras la decisión de Bowser de no buscar la reelección.
Si decide lanzarse, tendría que volver al Partido Demócrata para ser competitivo en la ciudad más azul del país. Pero no podría mantener su asiento At-Large como demócrata, por las reglas del Home Rule Act, lo que hace que la jugada sea arriesgada.
Con Janeese Lewis George ya en la contienda, la llegada de McDuffie podría sacudir la carrera, dividir votos progresistas y hacer que cada campaña cuente. Su perfil independiente y su trayectoria lo convierten en un jugador capaz de atraer tanto a votantes tradicionales como a quienes buscan un liderazgo fresco y audaz.
Si McDuffie entra al juego…
Su mayor carta es la experiencia, conoce DC al pelo, tiene un historial probado en seguridad y desarrollo económico, y es querido por colegas y ciudadanos. El reto será consolidar apoyo demócrata sin perder su identidad de independiente estratégica. Su participación podría cambiar el mapa electoral al instante, haciendo que la contienda sea impredecible.
La renuncia de McDuffie no es solo un adiós, es un guiño a un futuro lleno de posibilidades. ¿Será la alcaldía su próximo capítulo? La ciudad estará mirando cada movimiento con lupa. Mientras tanto, DC se prepara para una contienda que promete dinamismo, rivalidades y un juego político que podría redefinir la ciudad en 2026.