Después de varios años de preocupación por la pérdida de residentes, Washington DC empieza a mostrar señales claras de recuperación poblacional. Un nuevo análisis de la Oficina de Análisis de Ingresos del Distrito indica que, aunque la ciudad aún no ha recuperado completamente los niveles previos a la pandemia, la tendencia apunta nuevamente al crecimiento.
El impacto inicial del COVID-19 fue fuerte. Solo en 2020, DC perdió casi 39 mil residentes, lo que representó una caída del 5.5% de su población total. Mudanzas masivas, trabajo remoto, cierres de oficinas y el alto costo de vida empujaron a miles de personas a dejar la ciudad. Sin embargo, entre 2021 y 2024, el Distrito logró recuperar cerca de 33 mil habitantes, equivalente a un aumento del 4.93%.
Aun así, la recuperación no es total. En 2019, DC alcanzó su mayor población registrada con 708,253 residentes. Para 2024, la cifra se ubica en 702,250, es decir, alrededor de 6 mil personas menos que antes de la pandemia. Aunque la brecha persiste, el ritmo de recuperación es una señal alentadora para la ciudad y su economía.
El comportamiento de los millennials: un factor clave
Uno de los factores clave detrás de este repunte es el comportamiento de los millennials. Este grupo, que hoy tiene entre 28 y 43 años, fue el más afectado durante el éxodo inicial. Entre 2020 y 2021, casi la mitad de la pérdida neta de población correspondió a millennials, especialmente aquellos en sus veintes. De hecho, los millennials más jóvenes representaron el 78% de la caída poblacional en ese periodo.
La tendencia cambió a partir de 2022. Millennials entre 30 y 44 años comenzaron a regresar o a establecerse en DC, impulsando el crecimiento poblacional en los últimos años. Aunque la proporción de millennials más jóvenes sigue disminuyendo, el grupo en su conjunto continúa siendo el más numeroso del Distrito, representando cerca del 39% de la población total.
Este cambio sugiere una transformación en la dinámica de la ciudad. Más residentes están optando por quedarse a largo plazo, formar hogares y reconstruir su vida urbana tras la pandemia. También refleja una adaptación al trabajo híbrido, una reactivación gradual del mercado laboral y un renovado interés por la vida en la capital.
Si bien DC aún enfrenta desafíos como el costo de la vivienda, la recuperación económica y la competencia con suburbios cercanos, los datos muestran que la ciudad empieza a dejar atrás los peores efectos del éxodo pandémico. La pregunta ahora es si esta tendencia se consolidará en los próximos años.