La delegada Elizabeth Guzmán, quien ejerce su primer año en el cargo, después de resultar triunfadora en el Distrito 31 de Virginia en las elecciones anteriores, copatrocina junto a su par, Jennifer B. Boysko, un proyecto de ley que busca permitir el pago de matrícula estatal para estudiantes en proceso de recibir su Green Card.
A pesar de que el 18 de enero se negó una propuesta similar en el Senado, la funcionaria se muestra optimista, pues considera que se trata de un texto más moderado. “Es una estrategia diferente porque lo que he estado observando es que cada vez que tú traes un proyecto muy ambicioso o que quieres acaparar muchas cosas, siempre lo matan, lo niegan. Este solamente incluye a un grupo de personas, lo que es el comienzo para una posible aprobación y demostrar que funciona”, dice convencida de que esto abriría las puertas para expandirlo a futuro y ayudar a más personas.
Las dos legislaciones que no vieron luz fueron las SB 237 y la SB 810, ambas patrocinadas por el senador David W. Marsden, quien también lidera en su cámara la que impulsa Guzmán. La primera pretendía que los individuos a quienes se les otorgó la Acción Diferida para los Llegados en la infancia (DACA, por su siglas en inglés), con la capacidad de permanecer en Virginia indefinidamente, fueran elegibles para establecer el estado como domicilio y por lo tanto pagar la matrícula local en cualquier universidad. Esta incluía a todos los soñadores del estado.
Sin embargo, la segunda – también rechazada -, según se lee en “Sistema de Información Legislativa de Virginia”, es similar a la de Guzmán, ya que en esencia busca que ciertas personas que han solicitado la residencia permanente y están en ese proceso, gocen del derecho a la matrícula estatal, sin pagar como estudiantes foráneos, lo que podría alcanzar hasta el doble del costo, de acuerdo a líderes comunitarios.
Los puntos en común en ambas propuestas establecen que el estudiante debe haberse graduado de una escuela secundaria pública o privada en Virginia, estar registrado como alumno que ingresó o está inscrito en una universidad, haber presentado declaración de impuestos estatales (o su tutor legal) o proporcionar una declaración jurada de que está en proceso para convertirse en residente permanente de EEUU. Esta vez, la diferencia radicará en que la misma surgirá de la Casa de Delegados, una vez aprobada por el comité correspondiente.
Precisamente en este punto, la diputada aprovecha de hacer una denuncia en cuanto a algunas irregularidades en las vías a través de las cuales se debe manejar la propuesta en la institución. Así pues, el Comité de Salud y Educación debía ser el encargado de discutir en primera instancia el proyecto, sin embargo fue asignado por la directiva al de Reglas.
“Esto es algo muy inusual, pues este comité no es proporcional, ya que hay 16 miembros, entonces lo correcto sería que los republicanos tengan el 51% y nosotros los demócratas el 49%, pero la actual proporción no refleja ese porcentaje, así que estamos pidiendo que se arregle esa situación. Qué casualidad que los proyectos de ley más controversiales, con los que hemos venido haciendo campaña en las elecciones para ganar, en su mayor parte han sido asignados al Comité de Reglas”, afirma.
Guzmán asevera que a diferencia de otras oportunidades, cuando se discutían temas vinculados con migración, los representantes demócratas no estaban muy familiarizados. “En mi caso eso es lo que lo hace especial, yo espero contestar las preguntas e incertidumbres que no le dan una comodidad a los republicanos para pasar el proyecto de ley”.
La invitación de la demócrata es a visitar a los miembros del Comité de Reglas para hacer cabildeo en Richmond y no esperar el día en el que la propuesta se someta a votación. También hace el llamado a enviar correos electrónicos y contactar a los representantes a través de las redes sociales para que se den cuenta de que el pueblo respalda la propuesta.