El presidente estadounidense, Donald Trump, estampó su rúbrica este miércoles en un decreto que tiene como misión ponerle punto final a la polémica política que obligaba a separar familias de inmigrantes que cruzaban de forma ilícita la frontera.
La medida permitiría que el gobierno detenga a las familias juntas mientras esperan sus audiencias de inmigración. Sin embargo, la administración no suspenderá su política de presentar cargos no autorizados contra inmigrantes que cometan una violación civil al cruzar la frontera.
La acción, mencionada por la agencia AFP, da por finalizada una práctica que generó rechazo alrededor del mundo: la de separar a las familias.
“Se trata de mantener juntas a las familias”, señaló Trump durante la ceremonia de firma en la Oficina Oval de la Casa Blanca. Esto llegó luego de que en horas de la mañana acordó ponerle fin a la situación.
“No me gustó ver a las familias separadas”, confesó.
El mandatario comentó que “tendremos fronteras muy fuertes pero mantendremos juntas a las familias”.
El caso había sido tal que su esposa e hija se habían pronunciado sobre esto, criticando categóricamente la política aplicada.