Varias docenas de personas arrestadas en el caos ocurrido el miércoles en el Capitolio de los Estados Unidos hicieron su primera aparición en la corte el jueves; mientras que las autoridades prometieron rastrear a más sospechosos y determinar por qué la turba que irrumpió en el edificio pudo abrumar fácilmente a los oficiales de policía que lo custodiaban.
En el Tribunal Superior de DC, 40 personas fueron acusadas de entrada ilegal a propiedad pública y se les notificó que los fiscales están revisando evidencia de un cargo adicional de violación del toque de queda, reseñó The Washington Post.
La mayoría de los acusados provenían de fuera de la región de Washington, incluidos Oregón, Florida, Wyoming, Connecticut y Pensilvania, aunque algunos eran del Distrito, Maryland y Virginia.
Una persona arrestada fue acusada de posesión de un “arma automática de estilo militar” y 11 cócteles molotov, informaron los fiscales; otro acusado fue señalado de agredir a un policía con un palo de hockey, y un tercero, que necesitaba un intérprete de ruso, le dijo a un juez: “No sé a qué entrada ilegal se refiere”.
Habían estado entre los miles de manifestantes que marcharon hacia el Capitolio en apoyo a la denuncia de Trump de un supuesto fraude en las elecciones del 3 de noviembre. La mayoría de los acusados fueron puestos en libertad, pese a que en algunos casos los fiscales pidieron mantenerlos en la cárcel a la espera del juicio.
Los 40 acusados en el Tribunal Superior fueron señalados de violar la ley de DC, incluida la salida después del toque de queda a las 6:00 pm impuesto por la ciudad.
A primeras horas del jueves por la noche, otras cuatro personas, acusadas de delitos federales, comparecieron en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos, incluido un hombre de Maryland por posesión de una pistola 9 mm después del toque de queda en los terrenos del Capitolio, a las afueras del Centro de Visitantes del Capitolio.
Los fiscales aseguraron que también llevaba dos cargadores de 12 cartuchos completamente cargados, un chaleco antibalas y una máscara de gas y una navaja de bolsillo en su mochila. La policía dijo en una declaración jurada que el hombre les dijo a los oficiales que el arma era para protección personal y que no tenía la intención de lastimar a nadie.
Mientras tanto, el jefe de policía de DC, Robert Contee, prometió que su departamento arrestaría a “todos y cada uno de los violentos”. Trascendió que circulan públicamente y en las oficinas del FBI de todo el país fotos de los manifestantes que irrumpieron en el Capitolio.
Contee agregó que el Departamento de Policía está ofreciendo una recompensa de $ 1 mil por cualquier información que conduzca al arresto de un alborotador.
Los comentarios de Contee se hicieron eco de una promesa del fiscal general interino Jeffrey A. Rosen.
“El Departamento de Justicia se compromete a garantizar que los responsables de este ataque contra nuestro Gobierno y el estado de derecho enfrenten todas las consecuencias de sus acciones conforme a la ley”, se lee en un comunicado.
Rosen dijo que su oficina ha estado trabajando con numerosas agencias de aplicación de la ley para identificar y acusar a los perpetradores.
“Continuaremos evaluando metódicamente la evidencia, acusando delitos y realizando arrestos en los próximos días y semanas”, dijo Rosen.
Fuente: The Washington Post.
Traducción libre del inglés.