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Crecimiento económico en EEUU más débil de los esperado en el segundo trimestre

El consumo personal ha sido el principal impulso económico de la recuperación postpandemia, pero no fue suficiente en el segundo trimestre para alcanzar las predicciones de crecimiento de los economistas. Foto: The Washington Post.

James Politi en Washington and Mamta Badkar en Nueva York

EEUU creció un 6,5 por ciento anualizado en el segundo trimestre, un aumento menor de lo esperado debido a que un nivel bajo de inversión privada contrarrestó un sólido desempeño del consumo.

Los datos presentados por el Departamento de Comercio hoy jueves no llenaron las expectativas de los economistas, quienes estimaron un nivel de 8,5 por ciento de crecimiento anualizado, y a la vez son comparables al nivel de 6,3 por ciento del primer trimestre.

El aumento del PIB en el segundo trimestre, el cual fue impulsado por el paquete de estimulo de $1,9tn (millones de millones de dólares) de Joe Biden, recuperó la producción estadounidense hasta niveles de prepandemia por primera vez desde el brote inicial del Covid-19.

El PIB aumento 1,6 por ciento respecto al trimestre anterior según la medida utilizada por otras grandes economías.

La escasez de mano de obra, la dislocación de la cadena de suministros y la inflación se consideran factores que podrían pesar sobre la actividad económica junto con el resurgimiento del Covid-19 en algunas partes del país, aunque el gasto en consumo ha sido sólido.

El consumo personal fue el componente más robusto de las cifras del PIB, mostrando un incremento en el gasto a un nivel anualizado de 11,8 por ciento, comparado con 11,4 por ciento en el primer trimestre.  Pero la inversión privada doméstica cayó en 3,5 por ciento en el trimestre, arrastrada hacia abajo por las cifras de nuevas inversiones en bienes raíces.

Las cifras también subrayan un aumento en la inflación.  El índice de precios de consumo personal (PCE por sus siglas en inglés) aumentó un 6,4 por ciento comparado con un incremento de 3,8 por ciento en el primer trimestre, y el índice PCE básico, el cual elimina del cálculo los costos volátiles de alimentos y energía, aumentó un 6,1 por ciento, comparado con un 2,7 por ciento en el primer trimestre.

Funcionarios de la administración Biden han expresado preocupación sobre la altamente transmisible variante Delta y su efecto sobre la economía.  El miércoles la Reserva Federal indicó que “el trayecto de la economía continúa dependiendo del trayecto del virus”.

Y en semanas recientes, funcionaros federales y locales han redoblado esfuerzos para aumentar la vacunación entre quienes están vacilantes ante la inoculación.

Los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) retrocedió en cuanto a su política de máscaras faciales para personas vacunadas esta semana, y varios gobiernos estadales y citadinos, junto con empresas como Google, han comenzado a requerir que sus empleados estén vacunados o que obtengan pruebas semanales antes de poder acudir en persona a sus trabajos.

“La parte más vulnerable de la economía ante otra ola del Covid es el sector servicios, en particular las actividades de ocio”, escribieron en un informe Stephen Juneau y Anna Zhou, economistas en Bank of America.  Advirtieron que si las restricciones por la pandemia regresan y se reduce el gasto en servicios, la bonanza de gasto en bienes probablemente no sea suficiente para contrarrestar la caída a medida que los pagos de estímulo se desvanecen.

El rendimiento de la nota del Tesoro a 10 años, el cual rondó cerca de 1,27 por ciento hasta hace poco, se redujo 0,01 puntos porcentuales para situarse en 1,249 por ciento.

Reportaje adicional por Matthew Rocco

Derechos de Autor - The Financial Times Limited 2021

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