La pesquisa de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, sobre la Organización Trump ahora es considerada una investigación criminal, informó la noche del martes un portavoz de la autoridad. Además, los funcionarios de la compañía del expresidente fueron informados recientemente sobre el hecho.
“Hemos informado a la Organización Trump que nuestra investigación sobre la empresa ya no es de naturaleza puramente civil”, dijo Fabien Levy, portavoz de la oficina de la fiscal general. “Ahora estamos investigando activamente a la Organización Trump en calidad de criminal, junto con el fiscal de distrito de Manhattan. No tenemos comentarios adicionales en este momento”.
La notificación de la fiscal general a la Organización Trump sugirió que se ha desarrollado una relación de cooperación entre los investigadores que trabajan para James y el fiscal de distrito de Manhattan, Cyrus R. Vance Jr., cuya oficina ha estado encabezando una investigación criminal sobre la compañía y sus funcionarios desde 2018. Ambos funcionarios son demócratas.
Una fuente familiarizada con el caso, que como otros habló bajo condición de anonimato para discutir la investigación, dijo que el fiscal de distrito no fue mencionado específicamente en la carta de James a la compañía de Trump.
Implicaciones para Trump
La decisión de la fiscal general parece haber aumentado el riesgo legal al que se enfrenta el expresidente Donald Trump en Nueva York, donde las investigaciones paralelas realizadas por James y Vance ya habían profundizado más en las finanzas de Trump que las autoridades policiales.
Anteriormente, el peligro planteado por la investigación de James parecía ser meramente financiero: el mismo tipo de demanda que Trump había enfrentado ante los fiscales generales de Nueva York por su Universidad Trump y su organización benéfica. Esos le costaron dinero pero no amenazaron su libertad.
Ahora, James también podría buscar sanciones penales. Y parece estar cooperando con la oficina de Vance, una medida que podría permitir que las dos investigaciones de amplio alcance compartan datos.
Reacciones
Alan Garten, abogado de la Organización Trump, se negó a realizar comentarios de inmediato. Trump y sus representantes han negado repetidamente las irregularidades. Argumentan que las investigaciones carecen de fundamento y tienen motivaciones políticas.
Eric Trump, el hijo del expresidente y un alto funcionario de la Organización Trump, se negó a comentar el martes. En cambio, le envió un mensaje de texto a The Washington Post con un montaje en video de los discursos pronunciados por James, en gran parte de su campaña de 2018, en los que la fiscal criticó a Trump y prometió desafiar sus políticas e investigar su negocio.
En un clip, James describió a Trump como un “presidente ilegítimo”. En otro, de la campaña de James, dijo: “Definitivamente lo vamos a demandar.... Va a conocer mi nombre personalmente”.
¿Qué investigan?
Un portavoz de la oficina de Vance declinó hacer comentarios. Su equipo obtuvo las declaraciones de impuestos personales y comerciales de Trump a principios de este año y está en el proceso de una extensa evaluación de esos documentos y otros registros obtenidos a lo largo de los años.
El enfoque de ambas investigaciones estatales se basa en las transacciones comerciales y la conducta en los años antes de que Trump se convirtiera en presidente.
Anteriormente, el equipo de investigación de James estaba llevando a cabo una investigación estrictamente civil, que permanece activa y aún podría resultar en una demanda contra la empresa y sus ejecutivos.
El aviso de la oficina de James se envió a finales de abril a los abogados de la Organización Trump. Sugirió que la demanda penal podría aplicarse a las acciones de los ejecutivos y empleados actuales y anteriores de la empresa si la investigación encuentra irregularidades, según una fuente familiarizada con el caso.
No quedó claro de inmediato por qué las dos agencias están colaborando, después de años de investigaciones separadas. La asociación entre las dos oficinas de aplicación de la ley de Nueva York son inusuales.
Fuente: Shayna Jacobs y David A. Fahrenthold/The Washington Post.
