(c) 2021, The Washington Post - Cleve R. Wootson Jr.
Eutopia Hall no se dio cuenta de que se había olvidado de firmar la parte inferior de su boleta electoral postal para las elecciones de gobernador hasta que la junta electoral del condado le devolvió el documento y le pidió que lo completara. Pero mientras miraba la boleta, se preguntó si valía la pena un segundo viaje al buzón del correo.
Tan poco ha cambiado desde que votó por Joe Biden en 2020 que "comencé a restarle énfasis al tema". Su trabajo y su comunidad todavía estaban sumidas en las restricciones pandémicas. Un aumento en el crédito fiscal por hijos le había traído algunos dólares más, pero eso se consumió en mayores precios de la gasolina, la comida y todo tipo de cosas, y un año después de haber tenido grandes esperanzas de un cambio significativo en la situación de su familia, las cosas parecen estancadas.
"No creo que mucha gente tenga la misma fe en Biden, que tenían al principio", dijo Hall, una asistente de enfermería de 42 años. "Creo que hay una brecha mayor de la que había antes. Pensé que mejoraría una vez que salieran las vacunas porque había mucha gente quejándose del Covid y queriendo una cura, pero luego sacaron una vacuna que nadie quiere ponerse. Nada ha cambiado y estamos atrapados en el mismo lugar".
Hace un año, Biden ganó Virginia por 10 puntos porcentuales, aprovechando una ola de antipatía contra Donald Trump que viraría a la Commonwealth sólidamente hacia la columna Demócrata. Pero con los ojos del mundo político enfocados en Virginia nuevamente para las elecciones estatales del mañana martes, la popularidad de Biden se ha convertido en un factor clave que abre la posibilidad de victoria para el partido opositor, y convierte a Virginia en un estado de batalla nuevamente, en vez de uno de los bastiones Demócratas.
Una nueva encuesta del Washington Post-Schar School llevada a cabo en el marco de la estrecha carrera para gobernador entre Terry McAuliffe (D) y Glenn Youngkin (R), determinó que el 53 por ciento de quienes piensan votar en Virginia desaprueban el desempeño de Biden como presidente, mientras que el 46 porciento lo aprueba.
Independientemente del resultado final del martes, esta apretada carrera en lo que muchos habían creído era un estado azul seguro evidencia hasta qué punto los estadounidenses tienen opiniones negativas sobre Biden que afectan a su partido en la antesala a las elecciones intermedias, las cuales renovarán el Congreso el próximo año, así como para las elecciones presidenciales de 2024.
Entrevistas con casi dos docenas de votantes en esta región del sureste de Virginia, a unas tres horas en auto de Washington, evidencian una profunda frustración porque el control Demócrata no ha traído ningún tipo de beneficios a sus vidas o a sus billeteras.
Tia Scott, de Norfolk, dijo que su familia se ha visto afectada por el aumento de los precios en todos los bienes, mientras que cada vez se hace más difícil encontrar un trabajo que le permita llegar a fin de mes.
"El costo de la vida es alto, el costo de la comida está aumentando y los precios de la gasolina también, y los trabajos siguen despidiendo a más trabajadores, diciendo que es por el Covid", aseguró Scott, una representante de servicio al cliente de 35 años y madre de tres niñas. "Voté por Biden. De verdad, iba a votar por cualquiera que no fuera Trump. Pero parece que todo era un cuento. Ahora veo que todos los anuncios eran sólo anuncios. Sólo porque dices en un anuncio que puedes hacer todo eso no significa que en realidad puedas hacerlo".
Particularmente preocupante, dijeron algunos, es que casi un año después de que se aprobó una vacuna contra el coronavirus, los esfuerzos de mitigación y las restricciones por el Covid siguen siendo parte de la vida cotidiana, la economía no parece estar funcionando para los más vulnerables y las luchas internas dentro del partido gobernante han estancado el progreso prometido por Biden y los Demócratas.
El decreciente apoyo a Biden no ha significado un cambio de bando total hacia los Republicanos, y la posible aprobación de medidas masivas económicas y de infraestructura en los próximos días, incluidos programas como la educación preescolar universal, podrían ayudar a los Demócratas a recuperar su fuerza.
Pero, para algunos votantes aquí, que han visto cómo se desarrollaba la carrera para gobernador en medio de divisiones intrapartidistas de los Demócratas en Washington, se ha generado la sensación de que los Demócratas se definen por su incapacidad para avanzar. Y se preguntan si el presidente es demasiado blando.
Al Riutort, de 80 años, de Newport News, dijo que todavía favorece a Biden, pero que ha tenido dificultades para demostrarle a sus amigos y vecinos las cosas importantes que ha hecho el presidente, aparte de que no es Trump.
"Creo que está tratando de agradar a todos” dijo Riutort, un urbanista retirado, que favorece a McAuliffe, pero cree que el exgobernador perderá el martes en parte debido a la insistencia de Biden en ceder frente a unos pocos Demócratas que han generado fuertes luchas internas en el partido.
"Creo que lo está lastimando. Y creo que el hecho de que los Demócratas no pueden avanzar con algunos proyectos de ley importantes realmente está dañando a Biden y va a dañar a McAuliffe. Le estaba diciendo a mi esposa, ¿cómo es que dos senadores, el de West Virginia y la de Arizona, pueden tener tanta influencia sobre Biden? ¿No tiene el poder para decirles 'miren, necesito sus votos?”.
Poco después de que Trump fuera elegido, Kayce White, madre y propietaria de un pequeño negocio en Norfolk, comenzó un grupo de mensajes de texto con amigos cercanos y familiares para establecer un diálogo cívico sobre las controversias del día. Lo apodaron " Club de Pelea Política" y, a lo largo de los años, debatieron en torno a las políticas de la administración Trump, el movimiento Black Lives Matter, incluso el significado de la palabra "patriota".
Pero este año, cuando Biden y los Demócratas afianzaron su control en Washington, White dijo que se ha encontrado más a la defensiva.
"Tenemos mucha frustración porque algunas de las cosas por las cuales hemos pasado con esta administración han sido un desorden", dijo. "Sabes, Afganistán fue una retirada caótica. De la misma manera que hay mucho caos en la política en este momento".
También ha tenido que dialogar con personas desanimadas por lo lento del progreso y, en algunas áreas, incluso con la regresión en temas como el derecho al voto y el derecho al aborto.
"Tenemos a estos dos senadores que casi nadie conoce, y están tratando de ser supuestamente más moderados y están bloqueando gran parte de este cambio progresista que muchos, muchos, muchos estadounidenses quieren. Estos nuevos programas en realidad son muy, muy populares entre la mayoría de los estadounidenses", dijo White. "Y eso es frustrante para mí porque no entiendo la idea de que el progreso pueda ser frenado por una minoría de personas. Si no encuentran un camino para avanzar, eso será demasiado frustrante para mí".
Los candidatos a gobernador de ambos partidos y sus promotores pasaron gran parte de los últimos días de la contienda en esta área, conocida como Hampton Roads, que ambos lados ven como un centro de votantes indecisos que pueden inclinar la balanza. Pharrell Williams, cantante y productor originario de Virginia Beach, y la vicepresidente Harris encabezaron un evento de McAuliffe el viernes. Tanto McAuliffe como Youngkin piensan regresar a la zona esta noche en vísperas de las elecciones.
Pero algunos votantes del área de Hampton Roads dijeron que sus percepciones de la política estatal han sido influenciadas por las acciones de los políticos nacionales a 200 millas de distancia.
El pastor Geoffrey Guns, quien dirige la Iglesia Bautista de la Segunda Caballería en Norfolk, cree que la elección girará en torno a si los Demócratas pueden convencer a personas como sus feligreses de que en verdad pueden cumplir sus promesas. Muchas estrellas Demócratas han venido a su iglesia, incluido el exgobernador de Virginia, Tim Kaine, y el propio McAuliffe. Stacey Abrams hizo campaña allí por McAuliffe el mes pasado.
Pero Guns dijo que seguía siendo escéptico de que una victoria de McAuliffe traería un cambio significativo a su comunidad, especialmente a juzgar por el último año de control Demócrata.
"Parece que no logran unirse", dijo. "Esa rama del Partido Demócrata está luchando contra aquella rama del Partido Demócrata. Son como una casa dividida contra sí misma. Y cuando eso sucede, no se logra nada. Nada".
- - -
Sean Sullivan y Scott Clement del Washington Post contribuyeron con este reportaje.
Información del Autor:
Cleve R. Wootson Jr. da cobertura a la Casa Blanca para el Washington Post.
Lea el artículo original aquí.