Por lo menos cinco trabajadores de la administración de Trump han testificado voluntariamente ante el comité selecto de la Cámara de Representantes, que investiga el ataque al Capitolio del 6 de enero.
De acuerdo a un reporte de CNN, los exasesores declararon que el abogado del comité les envió un correo electrónico o un mensaje de texto directamente para preguntar si estaban interesados en hablar con los investigadores del Congreso. El equipo espera tener una imagen más clara de los sucesos antes, durante y después de la insurrección en la Casa Blanca.
Las solicitudes han llegado a exmiembros del personal que van desde nivel subalterno hasta funcionarios más experimentados. Las personas contactadas no están siendo consideradas necesariamente como involucradas en el ataque, sino como fuentes de información, según el comité. Mientras algunos se han sentado voluntariamente con los investigadores, otros han rechazado la propuesta o no han respondido en absoluto.
Esta información viene en medio de la batalla legal de Trump para impedir que los Archivos Nacionales publiquen los documentos de su administración solicitados por el comité selecto, afirmando el privilegio ejecutivo que los protege. Sin embargo, hay un debate pendiente sobre si un expresidente debería tener el derecho de declarar este privilegio sobre sus archivos incluso cuando haya dejado el cargo.
La administración de Biden negó ayer una segunda solicitud de privilegio ejecutivo hecha por Trump. En una carta obtenida por NBC News, la abogada de la Casa Blanca, Dana Remus, dijo a los Archivos Nacionales que el presidente determinó que este esfuerzo por mantener un nuevo lote de registros del 6 de enero fuera de las manos del Congreso “no es lo mejor para los intereses de los EE UU”.