(c) 2021, The Washington Post - Glenn Kessler
Dejaremos a los expertos en política hacer las críticas de fondo al discurso del presidente Joe Biden sobre el retiro de Afganistán. El presidente trató de refutar una serie de críticas sobre su manejo de la evacuación. Hay argumentos razonables en cada postura – y, en todo caso, la historia será quien dé su veredicto.
Pero hay una cantidad de afirmaciones fácticas que son dignas de escrutinio.
- “Habíamos asumido que más de 300.000 efectivos de la Fuerzas de Seguridad Nacional de Afganistán que habíamos entrenado y equipado durante las dos últimas décadas serían un fuerte adversario en sus guerras civiles contra el Talibán”.
Según nuestro estimado, ésta es la sexta vez que Biden ha usado esta cifra por la cual merece tres pinochos. Es un número inflado, que combina las fuerzas militares y la policía nacional.
En un estudio de 2021, el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (International Institute of Strategic Studies, IISS por sus siglas en inglés) determinó que Afganistán tenía una fuerza militar activa de 178.800 efectivos; de éstos, 171.500 efectivos eran del ejército y 7.300 efectivos de la fuerza aérea.
“Los informes sugieren que los niveles de pérdidas y deserciones incrementaron aún más en 2020”, dice el estudio. “Se reportó una escasez de personal del 22% a mediados de 2019, y hay problemas para reclutar especialistas esenciales incluyendo a pilotos y a tropas de operaciones especiales”.
El IISS también señaló que Afganistán tenía 99.000 efectivos de fuerzas “paramilitares”, o miembros de la Policía Nacional de Afganistán. La policía le reportaba al Ministerio del Interior, no al Ministerio de Defensa. Ellos resguardaban las fronteras, reforzaban alcabalas de seguridad y trataban de mantener seguro el territorio que el ejército liberaba de insurgentes.
“Cerca del 40% del total [300.000 efectivos de fuerzas de seguridad] pertenecían a la Policía Nacional de Afganistán (ANP por sus siglas en inglés) cuyas fuerzas variaban bastante en cuanto calidad, eran casi todas fuerzas de policía convencional, y no podían jugar un rol efectivo como fuerzas paramilitares o incluso mantener la seguridad en áreas que supuestamente ya eran seguras”, escribió en un informe Anthony Cordesman del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (Center for Strategic and International Studies, CSIS por sus siglas en inglés). Añadió que, “algunos lucharon con valentía durante el período anterior a la disminución de las tropas de EEUU, pero la mayoría colapsó o desertó ante cualquier acción seria emprendida por el Talibán, y un número significativo desertó o se cambió de bando cuando el Talibán retomó el control del algún distrito”.
En su informe final, el Inspector General Especial para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR por sus siglas en inglés) escribió que la policía nacional había hecho uso de prácticas de tortura y abuso, lo cual “molestó aún más a la población local afgana y menoscabó los objetivos generales de seguridad para el país planteados por el gobierno de EEUU”.
Al usar repetidas veces la cifra de 300.000 efectivos, el presidente está engañando a los estadounidenses respecto a las capacidades reales de las fuerzas armadas afganas – las cuales al final demostraron ser bastante deficientes.
- “El punto esencial es que el 90% de los estadounidenses en Afganistán que querían salir pudieron hacerlo”.
Biden se restó méritos aquí con una cifra porcentual que no tiene sentido en comparación con las otras cifras presentadas. Anteriormente en su discurso, había dicho que “nuestra Operación Rescate Aliado terminó evacuando a más de 5.500 estadounidenses”. Luego señaló que “creemos que quedan alrededor de 100 o 200 estadounidenses en Afganistán con cierta intención de dejar el país”.
Esos números sugieren que la administración puedo evacuar al 96% o 98% de los estadounidenses que querían salir, una cifra bastante mejor que la de 90% (lo cual sugeriría que aún quedan alrededor de 600 estadounidenses en Afganistán).
Resulta que Biden se confundió con la cifra. La Casa Blanca enmendó el registro oficial para que diga: “el 98% de los estadounidenses en Afganistán que querían salir pudieron hacerlo”.
Biden ha sido atacado porque en una entrevista con George Stephanopoulos, de ABC News, respondió con firmeza afirmativamente cuando se le preguntó si se “comprometía a asegurarse de que las tropas permanecerían allá hasta que cada estadounidense que quisiera salir pudiera hacerlo”. Faltó a su promesa, presuntamente por el aun mayor riesgo que significaría para las tropas de EEUU si hubiesen pretendido quedarse más allá de la fecha límite del 31 de agosto.
Biden sugirió que los estadounidenses que permanecieron no habían decidido a tiempo si salir del país, en parte porque tienen familiares en Afganistán. “La mayoría de los que permanecen allá tienen doble nacionalidad, son residentes que previamente decidieron quedarse debido a sus raíces familiares en Afganistán”, indicó. Esta afirmación no puede ser verificada hasta que tengamos un informe completo de los estadounidenses que permanecen allá y qué les imposibilitó salir junto a los otros miles de estadounidenses que sí pudieron abordar vuelos.
- “Después de más de $2tn (millones de millones) gastados en Afganistán, o lo que investigadores de Brown University han estimado en $300 millones al día por 20 años– por dos décadas – sí, el pueblo estadounidense debe escuchar esto – $300 millones cada día por dos décadas”.
Biden cita con exactitud un estimado hecho por el proyecto “El Costo de la Guerra” de Brown University; el ex-presidente Donald Trump a menudo usaba esta cifra de una manera engañosa. El equipo de Brown calculó que los gastos totales de la guerra de EEUU en Afganistán eran de $2,3tn, aunque eso incluye $532 millones en intereses sobre la deuda adquirida para financiar la deuda. También incluye $232 millones para atender a los veteranos heridos.
El costo de la guerra en sí fue de un poco más de $1tn, de acuerdo a los cálculos de Brown. Biden, acertadamente, reconoció: “Se puede tomar la cifra de $1tn como muchos dicen. Incluso eso son $150 millones cada día por dos décadas”.
- “Dieciocho veteranos, en promedio, mueren por suicidio cada día en Estados Unidos, no en un lugar lejano, sino aquí mismo en Estados Unidos”.
Esa cifra viene de un Reporte Nacional para la Prevención del Suicidio emitido en 2020 por el Departamento de Asuntos de Veteranos.
En 2018, decía el reporte, 6.435 veteranos se suicidaron, un promedio de 17,6 por día.
En términos de la población general de EEUU, hubo un promedio de 127,4 suicidios de adultos cada día. De hecho, de 2005 a 2018, la proporción de muertes por suicidio en EEUU atribuida a la población de veteranos se ha disminuido de manera constante. El número de suicidios de veteranos se ha incrementado 6,3% desde 2005, comparado con un aumento del 47,1% en la población general adulta de EEUU.
Pero la tasa de suicidio entre veteranos es aún más alta que la de la población general adulta de estadounidenses.
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Glenn Kessler ha reportado sobre política doméstica y exterior por más de tres décadas. Envíele por correo electrónico, Twitter o Facebook, cualquier declaración cuyos datos deban ser comprobados.
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