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Una mujer de Florida se declaró culpable de amenazar de muerte a la vicepresidenta Harris. Ahora enfrenta cinco años en prisión.

Vice President Kamala Harris gives a speech in Washington on Thursday, April 15, 2021. MUST CREDIT: Washington Post photo by Demetrius Freeman

(c) 2021, The Washington Post - Julian Mark

Apenas un par de semanas después de juramentarse el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris, Niviane Petit Phelps grabó un video de sí misma.

“Kamala Harris, tú vas a morir”, dijo Phelps mirando a la cámara, de acuerdo a una declaración jurada. “Tus días ya están contados”.

Phelps dijo que alguien le había pagado $53.000 para matar a Harris, añadiendo: “Yo voy a hacer el trabajo, OK”.

Durante una semana, la enfermera de 39 años que vive en Miami Gardens filmó otros cinco videos de amenazas, según documentos de la corte. Ella se los envió a su esposo, quien está encarcelado, a través de JPay, una aplicación que los reclusos utilizan para comunicarse con el exterior.  Phelps se declaró culpable el viernes de seis cargos de amenazar a la vicepresidenta – un cargo por cada video que hizo amenazando con asesinar a Harris. La madre de tres ahora enfrenta cinco años en prisión. Su sentencia está programada para el 19 de noviembre.

Su abogado, Scott Saul, no respondió a una solicitud de comentario del Washington Post ayer lunes en la tarde. En declaración al Miami Herald Saul indicó Phelps no habría proseguido en sus amenazas de asesinar a la vicepresidenta.

Phelps “estaba drenando sus emociones durante un momento tumultuoso en su vida”, dijo Saul al periódico, añadiendo que las amenazas estuvieron limitadas a sus conversaciones con su esposo encarcelado”.

Aun así, comentó, “ha sido importante para la Sra. Phelps demostrar que acepta su responsabilidad a la vez que evalúa sus actos aberrantes”.

Después de que los fiscales federales introdujeran los cargos en abril, Phelps fue despedida de su trabajo como enfermera en el Sistema de Salud de Jackson, donde había trabajado por 20 años, reportó el Herald.

Entre las razones de Phelps para hacer las amenazas, les dijo posteriormente a los investigadores, estaba que Harris – hija de un padre jamaiquino y una madre india – no era de hecho “Negra”.

Phelps también creía en una teoría de conspiración que ha sido refutada, de acuerdo a los investigadores, que Harris puso su mano sobre su cartera en vez de sobre la Biblia el Día de la Juramentación. A Phelps la noción le resultaba irrespetuosa, según lo escrito en su declaración jurada ante los agentes federales.

Según documentos de la corte, el 13 de febrero Phelps grabó dos videos. En el primero, Phelps dice que Harris tenía “sus días ya contados”. En el segundo, Phelps dice que $53.000 es el “número” de Harris, refiriéndose a la suma de dinero que la supuestamente había recibido para matar a la vicepresidenta. (Los fiscales no están acusando a Phelps de haber recibido dinero para hacer daño a Harris).

Un día más tarde, Phelps grabó dos videos más, según dice la declaración jurada. En uno de ellos, Phelps dijo: “voy al campo de tiro” hasta que la vicepresidenta “deje la silla”. Varios días después, Phelps hizo referencia nuevamente a los $53.000 en otras dos grabaciones dirigidas a Harris. De acuerdo a los registros de la corte, decía en esos videos a la vicepresidenta - “dentro de 50 días a partir de hoy tú te vas a morir”.

Utilizando la aplicación JPay, Phelps le envió los seis videos a su esposo, quien estaba encarcelado en ese momento en la Institución Correccional Wakulla en Crawfordville, Florida. Asimismo, estipulan los documentos de la corte, que el 20 de febrero, Phelps también le envió a su esposo una foto de si misma sonriendo, de pie y sosteniendo un arma, junto a un objetivo de tiro.

Los registros de la corte también indican que, un par de días después, Phelps solicitó un permiso para portar armas ocultas.

A comienzos de marzo, un agente federal entrevistó a Phelps en su casa, y ella le dijo sus razones para hacer el video. Indicó sin embargo, que ya “lo había superado” y que “drenó mucha ira en ese campo de tiro”, de acuerdo a la declaración jurada.  Sin embargo, según la declaración jurada, cuando se le preguntó qué habría hecho si la policía no la hubiera visitado, respondió: “no lo sé”.

Por último, el agente le preguntó a Phelps si ella tenía planes para viajar a Washington, y Phelps le dijo que no tenía planes de ir. Pero según la declaración jurada, su hija, quien estaba con ella en la sala, dijo: “¿No dijimos que íbamos a ir?”

Phelps inmediatamente respondió: “No, no vamos a ir”.

Información del Autor:

Julian Mark es reportero para el equipo de Morning Mix del Washington Post. Antes de unirse al Post, cubría los temas de viviendas y policía para Mission Local en San Francisco.

Lea el artículo original aquí.

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