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UE propone nuevo programa de infraestructura que compita con China

La presidenta de la comisión europea, Ursula von der Leyen, durante su discurso sobre el estado de la UE hoy 15 de septiembre, 2021. Foto: EFE/EPA/YVES HERMAN / POOL.

Sam Fleming en Bruselas Brussels y Mehreen Khan en Estrasburgo

La UE aumentará su reto frente a China a través del gasto internacional en infraestructura y otros proyectos, en aras de rivalizar la influencia política y económica que Pekín ha obtenido con su iniciativa de la Franja y la Ruta (“BRI” por sus siglas en inglés).

La presidenta de la comisión europea Ursula von der Leyen propuso la medida, que denominó “Pasarela Mundial”, en su discurso anual sobre el estado de la Unión.  En una era de “hipercompetitividad” global, la UE necesita “mostrarse más activa en el escenario mundial”, indicó.

Esto significa generar lazos alrededor del mundo, en vez de “dependencias” comentó – en referencia a las preocupaciones en las capitales del G7 sobre la influencia lograda por China en países en vías de desarrollo a través del programa BRI.

Un alto funcionario de la UE dijo que la iniciativa de Bruselas les ofrecería a los países de menores recursos financiamiento de proyectos “transparente y basado en valores”, algo más allá de los proyectos de infraestructura que forman la base principal de la BRI.

Von der Leyen también propuso que se prohíban los productos fabricados con ayuda de trabajo forzado, evocando la inquietud sobre los abusos en la región china de Xinjiang.  Asimismo, se comprometió a mejorar la coordinación de seguridad en la UE.

El discurso de la presidenta de la comisión se suma a los esfuerzos por hacer valer el peso específico de la UE en el escenario global – la llamada “autonomía estratégica” – incluyendo en su relación con China.  La salida de Afganistán liderada por EEUU ha acrecentado la ansiedad de la UE sobre su dependencia de Washington.

El programa de la Pasarela Global llega luego de una decisión en la cumbre del G7 en el Reino Unido en junio, de embarcarse en una iniciativa global de infraestructura, descrita por la administración Biden como “guiada por valores, de alto nivel y transparente”.

Los pasos de Bruselas se dan a la luz de una fuerte reacción contra los proyectos chinos, al quejarse algunos de los países beneficiados que los términos de endeudamiento de la BRI son onerosos y que los estándares ambientales y de fabricación son deficientes.  Michael Claus, embajador alemán a la UE, alabó la iniciativa, indicando que era “importante moldear la globalización de forma europea”.

Von der Leyen no ocultó que está enfocada en China.  “Sabemos muy bien cómo se financian las obras públicas, pero nos hacemos un flaco favor construyendo carreteras impecables entre, pongamos, una mina de cobre y un puerto, ambos de titularidad china”, dijo durante el discurso en Estrasburgo.  “Colaboraremos para profundizar los lazos comerciales, reforzar las cadenas de suministro mundiales y desarrollar nuevos proyectos de inversión en tecnologías ecológicas y digitales”.

La comisión también propondrá una prohibición a la venta dentro del mercado único de la UE de productos fabricados con trabajo forzoso, añadió, diciendo que “hay 25 millones de personas forzadas a trabajar bajo amenazas o coacciones.  Jamás aceptaremos que tengan que fabricar forzosamente productos destinados a su distribución comercial en Europa”.

La medida se produce a raíz de repetidas denuncia de que China está forzando a miles de Uyghurs y miembros de otras minorías a trabajar en Xinjiang y en otros sitios.  Este año, EEUU trabajó con la UE, Canadá y el Reino Unido para imponer sanciones a funcionarios chinos por la situación de Xinjiang.  El año pasado, la UE firmó con Pekín un Acuerdo Integral de Inversiones UE-China, que requiere a China la presentación de un “mapa de ruta” para implementar las convenciones internacionales contra el uso de trabajos forzosos.

Sin embargo, los funcionarios europeos notaron que la prohibición sobre trabajos forzosos no era tan robusta como el compromiso anterior de la comisión de presentar proyectos de ley que busquen responsabilizar a las empresas por abusos potenciales del medio ambiente y de derechos humanos en sus cadenas de suministros.  Von der Leyen no mencionó esa propuesta.

Dada la proximidad de las elecciones alemanas este mes, Von der Leyen se abstuvo de mencionar iniciativas legislativas audaces, afincándose en vez en propuestas estudiadas previamente, incluyendo el extenso programa de leyes ecológicas de la UE y el proyecto para crear una autoridad sanitaria que equipe a la unión frente a futuras pandemias.

Von der Leyen confirmó los planes de la comisión para relanzar una consulta sobre el reglamento de endeudamiento y déficits de la UE – un tema muy controversial en Alemania – pero no dio pistas de los resultados probables de los mismos.

La antigua ministra de defensa también tocó sobre las lecciones derivadas de la salida de Afganistán.  “Europa puede y, a todas luces, debe ser capaz y mostrarse dispuesta a hacer más y a actuar por su cuenta”, en cuanto a defensa, argumentó.

Derechos de Autor - The Financial Times Limited 2021

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