Bangkok,- La universitaria india cuya violación desató una ola de protestas en la India murió el sábado 29 de diciembre en un hospital de Singapur en el que estaba ingresada y su cuerpo será hoy trasladado a su país, indicaron la dirección del centro y la misión diplomática de la India.
“La paciente falleció en paz”, señaló el centro hospitalario en un comunicado mediante el que también apuntó que “su familia ha estado a su lado”.
Cuando la joven murió se encontraban también en el hospital Mount Elizabeth varios diplomáticos de la embajada de la India en Singapur, que tras el óbito empezó a preparar el traslado del cadáver a Nueva Delhi, informó la prensa local.
El embajador indio, T.C.A. Raghavan, dijo en conferencia de prensa que el cadáver de la víctima, cuya identidad no ha sido revelada, llegará hoy a Nueva Delhi a bordo de un avión especial fletado por el Gobierno, que saldrá de Singapur hacia las 09:00 GMT.
A bordo del avión viajarán dos hermanos de la víctima, quien será incinerada siguiendo el ritual hindú.
A lo largo del día de ayer el hospital emitió una nota en la que señaló que la chica continuaba luchando por su vida en estado extremadamente crítico.
“La paciente sigue en un estado extremadamente crítico. Continúa en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Mount Elizabeth. Nuestro examen médico tras su ingreso la víspera muestra que, además del ataque cardíaco sufrido, padece infección en los pulmones y el abdomen, y una herida cerebral importante”, dice la nota del hospital que recogen los medios locales.
“La paciente está luchando por su vida”, añadía el parte médico de esta mañana.
Seis hombres violaron a la joven el 16 de diciembre cuando viajaba en un autobús y después la arrojaron al asfalto desde el vehículo en marcha, lo que le causó graves daños internos.
La agresión desató una ola de protestas callejeras en Nueva Delhi que desembocaron en duros enfrentamientos con las fuerzas del orden, con el resultado de un policía muerto y otras 143 personas heridas.
Los seis implicados en la agresión sexual, incluido el conductor del autobús, fueron detenidos y todos ellos comparecerán ante la Justicia el 3 de enero, después de que la presión popular obligara a las autoridades a agilizar el proceso.
“Quiero decirles a (su familia y amigos) y a la nación entera, que si bien (la joven) puede haber perdido la batalla por la vida, es nuestra obligación asegurarnos de que su muerte no será en vano”, señaló el primer ministro indio, Manmohan Singh.
El presidente de la India, Pranab Mukherjee, y el ministro indio de Interior, Sushilkumar Shinde, coincidieron con el primer ministro en este mensaje y afirmaron que harán “todo lo necesario para asegurarse de que este tipo de sucesos no se vuelvan a producir”.
“Los acusados tendrá la pena máxima. Esta es una lección (para todos nosotros)”, espetó Shinde.
La investigación oficial sobre el caso también tratará de esclarecer las circunstancias en que murió el policía el domingo pasado durante la represión de una de las protestas.
Según la autopsia, el agente falleció de un ataque al corazón tras haber sufrido “múltiples lesiones internas”.
Ese dictamen parece confirmar la versión policial de que fue golpeado por los manifestantes, aunque testigos afirman que el agente, cuyo cadáver no mostraba signos externos de violencia, se desplomó debido a un aparente paro cardiaco sin que hubiera mediado ningún tipo de agresión.
La Oficina Nacional de Registro de Crímenes reveló en 2011 que cada 20 minutos una mujer es violada en la India, pero que en solo uno de cada cuatro casos el culpable es condenado debido, según analistas, a la “inmensa corrupción” presente en el cuerpo policial.
