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Domingo de Ramos en el área

Este 2013 ha sido designado por la Iglesia Católica como el Año de la Fe. Y con el nuevo Papa Francisco, argentino, los feligreses latinos se disponen a festejar la Semana Santa con un regocijo espiritual, propicio para reafirmar sus votos por esa religión.

En el área metropolitana de Washington, son muchas las alternativas de templos que ofrecen misas en español,  no sólo el Domingo de Ramos, sino durante toda la Semana Mayor.

El Domingo de Ramos  marca el inicio de este período en el que se  conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Según las escrituras, la Semana Mayor se inicia con la llegada de Jesús a Jerusalén.

Las ceremonias litúrgicas de ese día comienzan con la ben-dición de las palmas y ramas de olivo o laurel que llevan en sus manos los fieles, rememorando el pasaje evangélico.

Entre las parroquias que rea-lizan servicios en español se encuentran en Maryland: San Camilo, Santa Catalina Labouré, San Martin, Santa Rosa De Lima, San Judas, Nuestra Señora de Lo- urdes, San Mark, San James, San Rafael y Christ The King.

En DC, destacan Sagrado Cora- zón, Nuestra Señora Reina de las Américas, la Basílica de La Inma- culada Concepción, la Catedral de San Mateo y San Gabriel.

En Virginia, entre los templos más visitados por los hispanos es- tán San Antonio en Falls Church, Bendito Sacramento en Alexan- dria, Catedral de Santo Thomas en Arlington, Capilla de Fairfax, Good Shepherd en Alexandria, Holy Family en Dale City, Our Lady of Angels en Woodbridge, Saint James en Falls Church y St. Bernadette en Springfield.

La liturgia del Domingo de Ramos es una de las más intensas de la Semana Santa y del año litúrgico que junto con las del Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección forman las celebraciones centrales del año.

El Domingo de Ramos es un día alegre y triste a la vez. Los sacerdotes entran en procesión a celebrar la Misa. El color de este día es el rojo, que representa a Jesús como rey en su entrada triunfal en Jerusalén (el rojo es color de reyes) y la Pasión del Señor (el rojo es el color de la sangre), celebrándose ambas en este día.

Al comienzo de la celebración, el sacerdote viste de procesional (con capa pluvial roja), despojándose de ella al llegar al altar y colocándose la casulla roja, vestimenta propia de la Eucaristía. Se da la bienvenida y se lee el Evangelio de la entrada triunfal en Jerusalén.

A continuación se bendicen las palmas y ramas de olivo que llevan en sus manos los fieles. Una vez se han bendecido las palmas y ramos de olivo, comienza la procesión de ramos.