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El Salvador: Ministro de Seguridad visita DC

El ministro conversó en exclusiva con Ana Cubías, reportera de El Tiempo Latino, y habló sobre la tregua entre las pandillas su efectividad, la disminución de homicidios y la sostenibilidad de la misma.

—¿Qué papel juega el Gobierno dentro de la tregua?

—El Gobierno es facilitador de los intermediarios de la tregua. Es facilitador de Monseñor Fabio Colindres, la iglesia católica y otras iglesias que están involucrados en este tema. Somos facilitadores de este proceso porque es el único que nos ha dado resultado en los últimos 30 años para disminuir los índices de violencia.

—¿Cuánto ha bajado el índice de homicidios?

—Desde la tregua hay una reducción del 60 por ciento en los homicidios. Pasamos de 14 homicidios diarios a 5,7 cifra con la que cerramos el 2012. Bajó de 68 a 26 por cada 100 mil habitantes la tasa de asesinatos.

—¿Es la tregua la solución definitiva a la violencia?

—La tregua no es la solución, pero sin tregua tampoco hay solución. La mayor parte de muertos que estábamos teniendo en la sociedad era producto de la guerra entre las pandillas. Según nuestras investigaciones, las maras son responsables de más del 90 por ciento de homicidios en el país. De los 5,7 asesinatos diarios, 4 ó 5 siguen estando relacionados con las pandillas en medio de esta tregua que es imperfecta. Nuestro sistema y las leyes nuestras están diseñadas para combatir  la delincuencia común, pero se ven dificultadas a tener resultados en medio de una guerra. Las pandillas se ven como ejércitos enemigos y se matan entre ellos y por eso la tregua juega un papel clave.

—¿Cuáles son los beneficios que la tregua ha traído a la sociedad?

—Dentro de la tregua se hizo un compromiso de no asesinar policías, cobradores del trasporte público y motoristas, custodios y declararon zonas de paz a las escuelas en donde ellos hacían reclutamientos —muchas veces forzosos— y habían estudiantes muertos. Los mediadores han estado tratando que esta tregua sirva para ir separando a las pandillas del crimen y las maras han dicho que van a acompañar ese proceso, pero en donde no se comprometen ellos a dejar las extorsiones porque es su forma de vida a diferencia de lo que muchos piensan que es el narcotráfico.

—¿Cuál ha sido el reto más grande de este plan?

—No concebimos la tregua como sólo el hecho de que las pandillas se hayan comprometido a no matarse, que no lo han cumplido completamente, nosotros hablamos de un proceso de disminución de la violencia y pacificación del país en donde uno de los elementos importantes es la tregua. La modernización que le hemos dado a la Policía Nacional Civil para combatir el crimen. Sólo el año pasado capturamos a 53 mil delincuentes de los cuales casi el 90 por ciento fueron pandilleros. Y las Fuerzas Armadas capturaron a otros 30 mil delincuentes. El reto más grande es que la gente entienda lo beneficioso que es la tregua.Algunas personas especulan que hay dinero de por medio porque no entienden cómo hemos tenido tanto resultado o creen que hay tratos escondidos y en realidad no los hay. Nunca ha habido dinero de por medio el Gobierno no ha negociado con las pandillas en ningún momento, sólo hemos servido de facilitadores. Aquí no hay nada oscuro y la gente debe entender esto.

—¿Qué pasaría si hay un cambio de Gobierno?

—Si la gente se preocupa por la sostenibilidad de la tregua significa que debe mantenerse. Estamos involucrando a más entes en este programa: la iglesia, organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA), ONGs, empresarios para que la gente vaya aprendiendo lo que significa y cómo funciona. Le estamos dando responsabilidad de liderazgo a los alcaldes y hemos encontrado una gran acogida en este sentido y se así se desarrolla la segunda fase de la tregua: municipios libres de violencia. El alcalde se compromete a generar proyectos fuentes de empleo y esparcimientos, el Gobierno también lleva recursos de Estado para apoyar. No obstante sabemos que no tenemos una varita mágica y que un municipio se declare libre de violencia no significa que dos o tres días después no haya un asesinato o delito pero lo importante es ver los efectos de disminución de la violencia a mediano y largo plazo. Hasta este momento se han lanzado 6 municipios y paradójicamente 5 de los 6 son del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Esperamos que cualquier Gobierno que tome el poder le de continuirdad a este proceso

—¿Qué mensaje le quiere dar a los salvadoreños en el exterior?

—Queremos que este tema lo debata la sociedad y una vez en la agenda social la gente se interesa por conocerlo más. Este modelo está queriendo ser implementado en otros países cómo Honduras y Guatemala por su efectividad y ha sido aplaudido por la  OEA. Es sin lugar a duda el proceso más exitoso de disminución de violencia en todo el hemisferio occidental no hay otro país que haya bajado su índice de violencia en un 60 por ciento en un año.

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