Alexandria, VA.- Un millonario proyecto de desarrollo en Alexandria avanza, y según el cristal con que se mire es un indicativo de prosperidad o una amenaza para miles de familias inmigrantes.
La ciudad dice que el proyecto propuesto por la compañía JBG —dueña de 2.500 unidades de vivienda en el área de Beauregard— es una gran oportunidad de desarrollo. Pero para los 10.000 residentes que actualmente viven en la zona de remodelación significa quedarse sin su techo y ser desplazados fuera de sus vecindarios y las escuelas de sus hijos.
Este sábado 13, el Concejo de Alexandria realizará otra audiencia pública sobre el tema en la que se discutirá si la Ciudad les dará el permiso de rezonificación a JBG para que inicien el proyecto.
“Estamos a la expectativa de lo que pueda pasar”, expresó a El Tiempo Latino, el lunes 8, el guatemalteco Henry López, quien vive en uno de los varios complejos de vivienda pertenecientes a JBG, en Alexandria.
La zona, ubicada cerca a la calle Beauregard en la salida 3 de la 395 está poblada por familias trabajadoras, muchas de ellas inmigrantes de origen hispano.
JBG compró las unidades hace siete años y propone crear un complejo de condominios de lujo con unos 6.600 apartamentos.
“Nosotros no sabíamos de las intenciones de esta compañía hasta que a finales de 2010 comenzaron a aumentarnos el costo de las utilidades de manera exagerada, con el fin de que los residentes nos fuéramos y dejaramos los apartamentos libres”, concluyó López.
Según el guatemalteco en menos de tres años la compañía incrementó la renta en más del 50 por ciento. “Cuando yo vine pagaba un poco más de $1.000 ahora son más de $1.600”, dijo.
De aprobarse el proyecto, a partir de 2014 se empezaría la demolición de las unidades.
Los residentes, asesorados por la organización pro inmigrante Inquilinos y Trabajadores Unidos, han estado luchando para que de los 6.600 apartamentos de lujo se asignen unidades que sean de bajo costo.
La Ciudad aprobó separar 800 viviendas. “El problema es que ya nos dijeron que éste es un proyecto que durará años, por lo menos dos décadas. Quiere decir que las viviendas asequibles estarán a disposición recién en 20 años. Eso es absurdo”, dijo López
Para López como para miles de residentes, el desplazamiento significará cambiar a sus hijos de escuelas y ambiente general. “Encontrar vivienda a bajo costo en esta zona es muy difícil”, dijo.