El tema de la inmigración ha pasado a ser una prioridad, ahora que se han despejado las amenazas del cierre del gobierno, el conflicto en Siria y las dificultades técnicas para las inscripciones en la nueva ley de salud, aunque persisten las deportaciones.
La mexicana Rocío Hernández Pérez, de 23 años, quien se crió en Estados Unidos fue deportada a México el martes 29. Hernández integra un grupo de jóvenes indocumentados que han realizado protestas en la frontera entre Texas y Estados Unidos contra las políticas de inmigración de Estados Unidos.
Sin embargo, 11 miembros del grupo conocido como Dream30, entre ellos cinco mujeres, fueron liberados ese mismo día del centro de detenciones de inmigración en Laredo (Texas) donde estuvieron retenidos durante más de tres semanas.
Los liberados forman parte de un grupo de 25 que permanecían detenidos después de que el 30 de septiembre un total de 34 jóvenes indocumentados cruzaran la frontera a través del puerto de entrada de Laredo pidiendo les permitieran “regresar a casa”.
El lunes 28 de octubre, 25 miembros del Dream30 iniciaron una huelga de hambre con el objetivo de llamar la atención sobre su situación, que se produce después de que otro grupo, llamado Dream9, entrara al país en julio pasado y recibiera visas temporales mientras se tramita su petición de asilo.
Los legisladores republicanos Ileana Ros-Lehtinen, de Florida, Jeff Denham y David Valadao, de California, acaban de expresar su apoyo a la propuesta de inmigración presentada por sus colegas demócratas en la cámara baja.
La presión sigue al mismo tiempo no solamente sobre los legisladores sino también sobre las grandes corporaciones que contribuyen importantes sumas a los políticos. Un grupo de manifestantes protestó el jueves 24 de octubre frente a las oficinas de las compañías Home Depot y Pizza Hutt, en el centro de Washington.
“Voy a Home Depot casi todos los días a comprar materiales de construcción. Queremos que nos apoyen en esta causa”, dijo a El Tiempo Latino el salvadoreño José Roque, quien es contratista de proyectos de construcción. Elizabeth Alex, organizadora de la organización Casa en Acción, en Maryland, entregó una carta a la propietaria del edificio, para que entregue la carta a los directivos de las corporaciones que hacen cabildeo en el Congreso por sus intereses empresariales.
“La carta pide a las firmas que apoyen una reforma migratoria, las cuales dependen de la comunidad inmigrante para hacer crecer sus negocios”, apuntó.
El presidente Barack Obama reiteró el 24 de octubre su llamado a la Cámara de Representantes, bajo el control de los republicanos, para que siga los pasos del Senado, con mayoría demócrata, para que apruebe este año una reforma migratoria con un camino a la ciudadanía para unos 11 millones de indocumentados.
Los legisladores republicanos Ileana Ros-Lehtinen, de Florida, Jeff Denham y David Valadao, de California, acaban de expresar su apoyo a la propuesta de inmigración presentada por sus colegas demócratas en la cámara baja. Sin embargo, en declaraciones a periodistas el martes 29 de octubre, el legislador republicano Mario Díaz-Balart expresó sus dudas sobre una reforma migratoria este año y rechazó la propuesta de los demócratas.
En un tema relacionado, el estado de Alabama llegó el martes 29 de octubre a un acuerdo con activistas para que las autoridades congelen los aspectos más polémicos de su ley migratoria, que ya habían sido rechazados por un juez federal. El estado acordó con organizaciones de derechos civiles bloquear permanentemente las cláusulas que permitían comprobar el estatus migratorio de los estudiantes en las escuelas públicas u otra que permitía a las fuerzas del orden detener a una persona en un control de tráfico hasta comprobar su estatus migratorio.