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Activistas ruegan por un milagro migratorio

Washington, DC.- El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, echó por tierra el miércoles 13 las esperanzas de aprobar una reforma migratoria antes de fin de año. Sin embargo, activistas y líderes religiosos agudizan esfuerzos  en espera de un “milagro”: ayunan, realizan vigilias, marchan, envían cartas al Congreso, se reúnen con legisladores e invaden las redes sociales.

Boehner (R-Ohio) repitió el miércoles que la Cámara Baja no considerará el proyecto del Senado, pero esta vez fue más allá con sus comentarios al señalar a un grupo de periodistas que “la idea de que vamos a tomar un proyecto de ley de 1.300 páginas que nadie ha leído, como lo hizo el Senado, no va a ocurrir en la Cámara de Representantes”.

“Déjenme decirlo claro, no tenemos intención de llevar a conferencia el proyecto de ley del Senado”, agregó, refiriéndose al hecho de  llegar a un consenso con la Cámara Alta, que aprobó una propuesta de ley en junio en la cual se  incluye una vía a la ciudadanía para un gran porcentaje de los 11,7 millones de indocumentados.

Activistas por la reforma migratoria integral no se dan por vencidos, y continúan la presión en los 15 días que restan de la sesión legislativa.

“Las palabras del presidente de la Cámara Baja son devastadoras. Pero no nos van a parar. Todavía tenemos dos semanas para continuar presionando”, expresó el jueves 14, Gustavo Torres, director de CASA de Maryland, una de las organizaciones líderes del movimiento migratorio en la región de Washington.

Líderes religiosos dicen que esperan “una intervención divina” para que se apruebe la reforma migratoria. “Creo en los milagros de mi Dios”, dijo el reverendo Tony Sánchez, director en Virginia del Concilio Nacional de Latinos Evangélicos.

Su organización, junto a otras instituciones de fe y activistas pro inmigrantes iniciaron el martes 12 un ayuno indefinido a unos pasos del Capitolio.

AYUNAN POR LA REFORMA MIGRATORIA

ACCiÓN. La hermana Simone Campbell (micrófono), activistas y líderes de fe en la carpa donde un grupo realiza el ayuno frente al Capitolio.


           
   

Milagros Meléndez-Vela

ACCiÓN. La hermana Simone Campbell (micrófono), activistas y líderes de fe en la carpa donde un grupo realiza el ayuno frente al Capitolio.

A Eliseo Medina se le unen otros tres personajes en el ayuno indefinido. Ellos son: el pastor Samuel Rodríguez, director del Concilio Nacional de Latinos Evangélicos; Dae Joong Yoon, director del Consorcio Nacional Coreano-Estadounidense para la Educación; y la guatemalteca Lucy Tzunun.

Otros seis activistas alrededor del país se sumarán por uno o dos días a la iniciativa llamada “Fast for Families: A Call for Immigration Reform and Citizenship.” (Ayuno por las Familias: Un llamado por la Reforma Migratoria y la Ciudadanía).

Con esta acción Medina dijo que busca “apelar a la conciencia” del Congreso para lograr la reforma migratoria este año.

“Ésta es una forma de continuar la lucha para lograr justicia para millones de nuestros hermanos”, manifestó Medina a  El Tiempo Latino, después de la conferencia.

Medina, quien ahora pesa 184 libras dijo que “está dispuesto a aguantar el hambre hasta que su cuerpo lo resista. En el pasado el activista ha tolerado estar sin alimentos durante 13 días en un acto similar. Aunque sus hijos están preocupados, lo apoyan, dijo.

El grupo diferencia este ayuno de una huelga de hambre al señalar que “no es un acto político sino de profesión de fe”.

“La reforma migratoria no es una cuestión política, sino una cuestión moral”, expresó el reverendo Jim Wallis, presidente de la revista Sojourners (Viajeros). “Para los cristianos, la forma cómo tratamos a 11 millones de indocumentados es como tratamos al mismo Cristo”, agregó.

La hermana Simone Campbell, uan monja conocida por sus caravanas en bus a favor de temas sociales, fue enfática al hacer un llamado al Congreso.

“Nosotros, el pueblo de Estados Unidos estamos a favor de una reforma migratoria, expresó, refieriéndose a recientes encuestas en las que se muestra que un 71 por ciento de la población apoya una reforma migratoria. “Es sólo una minoría en el Congreso que está bloqueándola”, señaló.