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Nostalgia en Navidad

“Extraño tanto las navidades en Colombia, que no armo ni el arbolito. La que lo hace es mi hermana”, confesó Claudia Davis. Desde que nacieron sus niños, Nicholas de 8 años y Natalie, de 6, Claudia y Robert Davis pasan las fiestas de fin de año en familia en su casa de Woodbine, Maryland.

“Antes de tener a los niños íbamos todas las Navidades Colombia”, comentó Claudia. “Ahora es muy difícil porque los pasajes son ‘venenosos’ y es complicado sacar a los niños de la escuela. Ellos no saben cómo es la Navidad allá. Sin embargo, mi hermana y yo tratamos de cantarles villancicos, tal como se hace en nuestro país”.

Su hermana, Carolina Hidalgo, es la que se encarga de adornar la casa, y sus sobrinos la ayudan con la ilusión de esperar a Santa con lo mejor. Todos los 25 de diciembre, la tía llega temprano para compartir con ellos el almuerzo de Navidad. El cocinero es el “jefe de la casa”, y el menú, por lo general, es jamón con puré, habichuelas, pan dulce y tarta de manzana con helado.

Nicholas & Natalie: Colombiano-estadounidenses celebran su Navidad en Maryland


           
   

ETL

Nicholas & Natalie: Colombiano-estadounidenses celebran su Navidad en Maryland

Claudia vino a este país hace 15 años para estudiar inglés en Columbus, Ohio. Había conocido a Robert en Bogotá, y allá quedó flotando un incipiente romance. Por ese entonces él estaba estudiando ingeniería en la Ohio University. Sin demasiado preámbulo, al año siguiente se casaron. Primero vivieron un tiempo en North Carolina, y luego llegaron a Maryland donde nacieron sus hijos.

“Antes de tener a los niños íbamos todas las Navidades Colombia”, comentó Claudia. “Ahora es muy difícil porque los pasajes son ‘venenosos’ y es complicado sacar a los niños de la escuela. Ellos no saben cómo es la Navidad allá. Sin embargo, mi hermana y yo tratamos de cantarles villancicos, tal como se hace en nuestro país”.

En una de esas navidades que pasaban en Colombia, Claudia se dio cuenta de que estaba embarazada de su primer hijo. “¡Fue como un regalo del Niño Dios!”, contó emocionada

La familia Davis adoptó la tradición americana para el festejo: el 24 de diciembre se acuestan temprano, especialmente los niños, que siempre están ansiosos por saber qué traerá Santa. Se despiertan casi al alba y salen corriendo hacia el árbol de Navidad para ver los regalos. Es el momento más importante para ellos.

“Ese día ni se los escucha”, aclaró Claudia. “No hacen otra cosa más que jugar con todos los juguetes que recibieron”.

Muchas veces, si el frío los deja, van a la misa de las 12 de la noche para seguir la tradición colombiana. Aunque para las dos hermanas, lo que faltan son los buñuelos, una especie de pan frito relleno con queso que provoca el delirio de cualquier colombiano trasplantado. Otro de los manjares que extrañan es la natilla, un dulce que se parece al flan. Típicas comidas de Navidad en Colombia.

El pavo es el plato tradicional de la cena, y algunas familias también optan por la “lechona”, un puerco entero, cocinado lentamente, y relleno con arroz. “Eso queda…sin palabras”, agregó Carolina, que llegó hace cerca de siete años a Chicago a trabajar como au pair y luego se fue a vivir a Maryland, para estar más cerca de su hermana. Todas las Navidades, las dos hermanas llaman a su madre, que está en Bogotá.

Ambas recuerdan con nostalgia aquellas Nochebuenas en las que se cenaba tarde, la gente iba a la misa de Gallo, y luego se quedaban bailando hasta la madrugada. Mientras, los más pequeños esperaban hasta la medianoche la llegada del Niño Dios.

En Colombia, el 8 de diciembre se encienden velas de agradecimiento y también hay fiesta. Y nueve días antes del 24 de diciembre ya empiezan los festejos con una novena en la que cuentan la historia del nacimiento de Jesús y se cantan villancicos.

“A veces con Carolina, Nicholas y Natalie rezamos la novena”, dijo Claudia. “Mi esposo no habla español, y no se une a nosotros, pero los niños son perfectamente bilingües. Todos los sábados van a la Escuela Argentina, y eso ayuda mucho en un hogar mixto como el nuestro”.

Desde que nacieron sus hijos, Claudia se dedica a la casa. Y ahora hace trabajos voluntarios en el Lisbon Elementary School del condado de Howard, Maryland, donde estudian Nicholas y Natalie. Y Robert trabaja para el gobierno federal como ingeniero.

“Cuando llega la Navidad me da mucha tristeza porque me gustaría estar allá, en Colombia. Pero uno ya tiene la vida aquí y se tiene que acostumbrar a las nuevas tradiciones. Es rico tener la Navidad blanca pero sólo esa noche”, confesó Claudia con nostalgia.

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