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Mellizos iluminan inicio de año nuevo

Siete días después del nacimiento de los mellizos, en el hogar de los peruanos Warren George Begazo Cáceres y su esposa Yaleni  ubicado en Wheaton, Maryland, todavía se respiraba el ambiente navideño con el Nacimiento, un arbolito iluminado y la música de la temporada.

El intenso frío invernal contrastaba con la calidez de los bebés Lorraine,  nacida a las 11:58 pm del 31 de diciembre del año pasado y su hermanito Brandon, que nació dos minutos después, a la medianoche en el MedStar Washington Hospital Center el Distrito de Columbia.

El personal médico colocó la hora a las 12:01 del 1 de enero del año nuevo, por cuestiones legales y para evitar confusiones, según relató el orgulloso padre.

“Me siento muy feliz, los mellizos me han dado más de lo que merecía”, dijo Begazo a El Tiempo Latino.  A las 11:30 am del 31 de diciembre su esposa fue al hospital para un chequeo.  Los médicos indicaron que el ritmo cardíaco del niño se había reducido drásticamente y era necesaria una cesárea. El sonograma mostró que el niño tenía el cordón umbilical en el cuello. Mientras se hicieron los preparativos pasaron unas 12 horas para la operación que comenzó alrededor de las 11:30 pm en vísperas de año nuevo.

Para atender a los mellizos, Begazo tomó vacaciones las dos primeras semanas de enero en su trabajo como camarero del Club Nacional de Prensa en DC. Por su parte, su esposa Yaleni, de 39 años, que ha trabajado en el cuidado de niños, ahora cumplió su deseos de convertirse en madre por primera vez y por partida doble.

Ante sus compañeros de trabajo Begazo,  de 53 años, mantuvo en secreto el embarazo de su esposa, por la posibilidad de ser objeto de bromas debido a su edad. “El regalo de la vida que Dios nos da no tiene tiempo, no tiene espacio, no está limitado. No me arrepiento, como dice en la Biblia: Dios proveerá y no los abandonará, a través del trabajo y la generosidad”, aseveró. Begazo, que tiene un hijo, Dylan, de 18 años producto de su primer matrimonio, dijo que siempre había querido más hijos por el hecho de que su propia familia es numerosa ya que tiene siete hermanos.

Al igual que muchos inmigrantes, Begazo ingresó a Estados Unidos por la frontera con México en 1987, pero dos años después un empleador lo patrocinó en el área de mantenimiento para obtener su residencia permanente. Unas de las anécdotas que suele contar es que al hacerse ciudadano en 1993, Begazo cambió su nombre de Bernardino a Warren George, en parte porque las chicas que cortejaba lo “despreciaban” de su nombre porque lo consideraban de origen indígena. “Soy orgulloso de ser peruano, y aún conservo mi nacionalidad y lo conservo en mi corazón”, con los símbolos del cóndor y la llama, manifestó  el camarero, que espera regresar a Perú cuando se jubile.

Por ahora, a Begazo le preocupa el futuro educativo de los mellizos por lo que ha establecido un fondo para la universidad en la cuenta de Citibank 678750474, además espera que alguna firma automotriz le facilite una minivan para pasear a los mellizos y que otra compañía done los pañales por el hecho insólito de que nacieron en años diferentes por minutos de diferencia.

Begazo es un devoto del Señor de los Milagros. En octubre del año pasado, lo acompañó en procesión por las cales de Washington. “Lo hago por la tradición, porque el Señor es milagroso y por la experiencia de seguirle. Siento que cada vez que le pido algo, las cosas salen bien”, manifestó en esa oportunidad.

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