Los latinos ya marcharon, ya votaron, ya ayunaron, ya protestaron, ya rezaron y ya se movilizaron, pero los republicanos que controlan la Cámara de Representantes siguen inamovibles mientras que el presidente Barack Obama continúa batiendo anualmente su récord de deportaciones a un promdio de 1.100 por día, según los activistas.
El cansancio y el enojo no sólo contra el presidente de la Cámara Baja, el republicano John Boehner, sino contra el propio Obama, que no ha cumplido con su promesa de una reforma migratoria se sintió en el lugar menos esperado y por una organización que ha evitado en general confrontar directamente al mandatario.
“Nosotros lo consideramos el presidente de la deportación, o el deportador en jefe”, dijo Janet Murguía, presidenta del Consejo Nacional de La Raza (NCLR), la organización más grande del país, en una gala el martes 4 en las majestuosas instalaciones del National Building Museum en DC.
La gala, auspiciada por grandes corporaciones como Google, JPMorgan Chase, Macy’s, Southwest Airlines, General Motors, Bank of America, Toyota, MillerCoors y Walmart, entre otras, incluyó la premiación al movimiento Fast for Families, que el año pasado promovió un ayuno frente al Capitolio para presionar por leyes más justas de inmigración.
El NCLR también reconoció a senadores del llamado “Grupo de los Ocho” que impulsó el año pasado la aprobación de un proyecto de ley de reforma migratoria integral en el Senado, pero que no avanzó en la Cámara de Representantes.
Los que se dirigieron a los asistentes en la gala fueron los senadores demócratas Robert Menéndez y Dick Durbin, parte del grupo bipartidista.
Asimismo asistió el dirigente gremial Eliseo Medina, parte del Movimiento Fast for Families, quien fue premiado por su liderazgo el miércoles 26 de febrero en una gala en DC organizada por la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC).