Washington DC.- Activistas de al menos 20 estados se reunirán este martes 11 de marzo en el Capitolio con motivo de la cumbre que sostendrán en Washington en torno a una reforma migratoria integral.
El Movimiento por una Reforma Migratoria Justa, la mayor coalición del país a favor de la inmigración, anunció que la prioridad del encuentro es exigir al presidente Barack Obama la suspensión de las deportaciones, así como la aprobación en el Congreso de la reforma migratoria.
A nombre de la coalición, Ricardo Ramírez informó que participarán al menos 80 inmigrantes y sus familiares, así como líderes de las agrupaciones de varios de los estados del país.
La cumbre, que se llevará a cabo entre el martes y miércoles en un hotel de la capital, se dedicará a preparar líderes de las diferentes localidades como parte del desarrollo de nuevas estrategias a favor del movimiento migratorio, dijo.
“Son líderes o líderes emergentes los que recibirán un entrenamiento para que tengan mayor capacidad, energía y experiencia para ayudar a sus comunidades, que es donde está la verdadera lucha por los derechos de los inmigrantes”, afirmó.
Los activistas sostendrán una conferencia con los medios de comunicación el martes en el Capitolio, informó Ramírez.
El Movimiento por una Reforma Migratoria Justa ha insistido en que es necesario cambiar el modelo de inmigración del país, que separa a cientos de familias cada día.
“Para ser precisos, son 1.100 órdenes de deportaciones por día”, indicó la red de organizaciones a través de un comunicado.
La coalición ha advertido al lado más conservador de los republicanos en la Cámara de Representantes que de no aprobar la reforma migratoria se arriesga a perder votos en las próximas elecciones.
A nivel nacional son cada vez más constantes y nutridas las voces a favor de reformar el modelo migratorio de Estados Unidos.
Pese a que el Senado aprobó en junio una reforma integral del sistema de inmigración, que incluye el refuerzo de la seguridad de la frontera con México y abre una vía para la adquisición de la ciudadanía estadounidense para los indocumentados que radican en el país, la Cámara baja, de mayoría republicana, se ha opuesto a analizar el documento en su totalidad y prefiere un enfoque por partes.