Washington, DC.-Organizaciones comunitarias del área metropolitana se unieron a un movimiento nacional este sábado 5 de abril para pedirle al presidente Barack Obama un alto a las deportaciones cuando éstas ya superan los 2 millones desde que el mandatario asumió el poder en 2009.
Un caso de deportación








Bajo el lema “Ni una más”— y con pancartas que dicen “Dos millones son muchos” y “Señor Presidente, sí, usted puede parar las deportaciones”, y otras en las que se llama a Obama “Deportador en Jefe”— activistas e inmigrantes marcharon en Washington hasta la Casa Blanca.
“Nos estamos uniendo a una serie de manifestaciones que se realizan simultáneamente en 30 ciudades para protestar en contra de las deportaciones”, manifestó a El Tiempo Latino el activista Francisco Pacheco, coordinador del capítulo de Washington de la Red Nacional de Jornaleros.
El martes 2, la Coalición de Organizaciones Latinas de Virginia (VACOLAO), junto a CASA de Maryland y otras organizaciones del área hicieron un llamado a los inmigrantes para participar en la marcha.
“Pedimos que el presidente Obama pare las deportaciones de inmigrantes que aspiran a ser ciudadanos de este país. Nuestras familias están siendo separadas día a día en números alarmantes. No podemos esperar a que el Congreso pase un alivio legislativo, necesitamos parar las deportaciones ahora, especialmente de aquellos que serían beneficiados por una potencial reforma migratoria”, expresó el activista Edgar Aranda-Yanoc, presidente de VACOLAO.
Mientras que la reforma migratoria continúa paralizada en el Congreso, el movimiento pro inmigrante enfoca sus esfuerzos en pedir a Obama que emita una orden ejecutiva a fin de frenar las deportaciones de aquéllos que no tienen antecedentes penales.
“Así como existe un alivio para los jóvenes a través de la Acción Diferida, así también el presidente podría usar su poder para extender esa protección a miles de inmigrantes trabajadores”, dijo Pacheco.
Un grupo de republicanos en la Cámara de Representantes se niega a discutir la reforma migratoria. A ellos el representante demócrata de Illinois Luis Gutiérrez advirtió el miércoles 2 que si no ocurre antes del 4 de julio un voto sobre la reforma, Obama “tomará cartas en el asunto”.
La manifestación del sábado 5 inició las 11 a.m. en el Lamont Park, 3258 Mt Pleasant Street. De allí, marcharon hasta el Lafayette Park frente a la Casa Blanca, donde activistas e inmigrantes afectados por la deportación de familiares, hicieron oir su voz.
Voces en la marcha
Marisa Franco, directora de la campaña “Ni una más” de la Red Nacional de Jornaleros de Estados Unidos, aseguró frente a los manifestantes que el presidente estadounidense no actúa al respecto por cuestiones políticas, y que su falta de acción no se debe a cuestiones legales.
“Parar las deportaciones es un trabajo enorme, pero empezamos a hacerlo persona por persona, ciudad por ciudad, estado por estado. Y lo seguimos haciendo desde aquí, desde la misma puerta de la Casa Blanca”, insistió Franco, jaleada por los asistentes.
“Estamos presionando al presidente para que tome medidas, y utilice su autoridad para parar las deportaciones. (…) Yo voté por él en 2008 y decía que quería venir a Washington para cambiar la política. Ahora venimos para ayudarle a eso, a cambiar la política”, agregó la activista, que consideró que el debate sobre la inmigración se ha convertido en un asunto “tóxico”.
La marcha de hoy en Washington, en el Día Nacional contra las Deportaciones, se suma a los casi 80 actos previstos entre vigilias y manifestaciones celebrados en las principales ciudades del país para exigir una reforma migratoria que legalice a los casi once millones de indocumentados que viven en Estados Unidos.
La reforma migratoria, una de las principales promesas de Obama antes de llegar a la presidencia, sigue estancada en la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, pese a que el Senado logró aprobar un proyecto de ley de carácter bipartidista el pasado junio.
Los conservadores se niegan sin embargo a someter a voto la propuesta, y muchos temen que de no hacerlo antes del receso de verano, su posible aprobación quede relegada a un segundo plano con la llegada de los comicios legislativos de noviembre y las primarias presidenciales del próximo año.
Ante la parálisis, los activistas piden hoy que se expanda a todos los inmigrantes la Acción Diferida, que exime de las deportaciones a ciertos jóvenes inmigrantes, así como la eliminación del programa “Comunidades Seguras”, que entrega a la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE) a indocumentados detenidos por delitos menores.