
Susana Lizárraga, de Latin Dancer.
Los sábados y los domingos son los días para las quinceañeras en el estudio Latin Dancer de Falls Church, Virginia, liderado por la boliviana Susana Lizárraga. Allí aprenden los pasos básicos para el primer vals y preparan la coreografía del “baile sorpresa”, algo que últimamente se ha puesto muy de moda en los cumpleaños de 15.
Las clases son, por lo general, de una hora y media y los paquetes son de diez sesiones. Allí, el grupo de acompañantes, el chambelán y el padre de la quinceañera aprenden todos los pasos para el debut de esa noche.
Lizárraga, que empezó a enseñarle pasos de baile a sus amiguitas cuando era apenas una niña, dejó la profesión de contadora en La Paz, Bolivia, y se fue a estudiar danza al Estudio Fred Astaire. Se enamoró del profesor, se casaron y los dos comenzaron a enseñar “ballroom”.
Hace 20 años llegó al área con su esposo, Humberto Lizárraga y su hijo Patricio, ahora profesor de Latin Dancer y se dedicaron a bailar y a enseñar diferentes estilos latinos. “Llegué sin hablar inglés”, comentó Susana. “Y a las dos semanas, tuve mi primer alumno. La música y la danza son idiomas universales, y nos abrieron las puertas en este país”.
En el estudio preparan tanto a quinceañeras como a parejas de novios, con clases especiales y privadas. El trabajo consiste en marcar los pasos de baile, las entradas y salidas de los bailarines en la pista, y también los desplazamientos para volver a las mesas.
Una rutina típica para las quinceañeras es el vals con el padre, que es quien la presenta y luego se la entrega al chambelán. Al mismo tiempo se diseña la coreografía del vals con el grupo de varones que acompañan a la jovencita, y practican el baile sorpresa, que lo hacen con ropa diferente. “Por lo general, prefiero la música latina porque después del vals y del baile sorpresa hay que incentivar a los invitados para que salgan a bailar y se anime la fiesta”, aseguró Lizárraga. “La función del coreógrafo es buscar el tipo de música que se pueda adecuar a las habilidades y a la edad de los jóvenes. Y el objetivo fundamental de las clases es mejorar la coordinación y despertar el sentido del ritmo”.
Una de las canciones que está más de moda entre las quinceañeras es un tango bachata de Romeo Santos. Pero además de la bachata, también incorporan rumba y foxtrot. Los novios, si son latinos, optan por el vals, que es lo tradicional.
“Muchas veces las quinceañeras vienen con canciones cuyas letras no son muy apropiadas para la edad y les sugiero cambios”, comentó la directora de Latin Dancer. “No obstante, no todas las jovencitas son fáciles de convencer. En cambio las parejas de novios latinos se dejan aconsejar sobre lo que quieren bailar”.
Los costos de los paquetes para las bodas, los de ocho clases parten de $520, y para las quinceañeras con su grupo de acompañantes, pueden costar entre $750 y $1.000 las 10 clases. En otros estudios del área las clases de una hora oscilan entre $70 y $150 la hora.
Tiempo atrás, en los diferentes países se acostumbraba que la festejada baile con los primeros quince varones. Ellos eran los que le obsequiaban una rosa que representa cada uno de los años celebrados. Una tradición que no todas las familias conservan. No obstante, el vals de la quinceañera o de los novios sigue marcando el comienzo oficial del baile, aunque actualmente, para las quinceañeras, se agrega un show especial, y el famoso “baile sorpresa”, que lo protagonizan la jovencita con sus damas de honor y chambelanes.